La familia de Franco sostiene que en el caso de que el Gobierno persista en su "actuación arbitraria" y proceda finalmente a la exhumación de los restos del dictador, deberá cumplir el decreto que regula los honores militares y, por tanto, habrá himno nacional completo, arma presentada, descarga de fusilería y un número por concretar de cañonazos.
La familia apela al Real Decreto 684/2010 que regula los honores militares y que, respecto a las honores fúnebres, establece que "se rendirán por una unidad con bandera, banda y música y consistirán en la interpretación del himno nacional completo, arma presentada y una descarga de fusilería. En su caso, la salva de cañonazos que corresponda".
Hasta 21 cañonazos y siete "viva España"
Más allá de que resulte pertinente tal tratamiento para los restos de Franco, quedaría en el aire cuántos cañonazos habría que disparar, ya que el decreto regula su número en función de quién sea el finado.
La norma detalla las personalidades con derecho a honores fúnebres militares, entre las que figuran militares y civiles vinculados a las Fuerzas Armadas que fallezcan en acto de servicio; los expresidentes del Gobierno y otras personalidades relevantes que hayan prestado "excepcionales servicios a España".
La familia se refiere en todas las ocasiones a su abuelo como "el anterior jefe del Estado", salvo en una en la que le llaman "Generalísimo"
Como Franco no murió en acto de servicio, no fue presidente del Gobierno y resultaría cuanto menos polémico apelar a sus excepcionales servicios a España, parece que los cañonazos que la familia pretende para el dictador serían los correspondientes al máximo jefe del Ejército o incluso al Rey.
En el citado escrito de alegaciones, la familia se refiere en todas las ocasiones a su abuelo como "el anterior jefe del Estado", salvo en una en la que le llaman "Generalísimo".
De acceder el Ejecutivo a esas pretensiones, la inhumación se llevaría a cabo con una salva de 21 cañonazos y siete voces de "¡Viva España!", si se atiende a la consideración de anterior jefe del Estado, así como a la de máximo jefe de los Ejércitos, actualmente el rey.
Banderas con corbata negra
El real decreto, en su artículo 36.2, señala que "al organizar los actos de honras fúnebres se tendrá en cuenta la voluntad que hubiera expresado el fallecido o, en su caso, la que manifiesten sus familiares", por lo que, siempre que el Gobierno entienda que Franco está entre las personalidades que merecen honras fúnebres, podría tener en cuenta las preferencias de sus nietos.
Según el escrito dirigido a Justicia, la familia Franco pide que, si finalmente fueran exhumados los restos de su abuelo, "deberá procederse a la inmediata entrega del féretro conteniendo su cadáver embalsamado a su familia en la propia Basílica".
Las fuerzas que acompañen al féretro lo harán con las armas a la funerala, las banderas irán enrolladas y con corbata negra"
Desde allí hasta la cripta de la Catedral de la Almudena de Madrid podría darse otra situación peculiar, ya que si se entiende que corresponden a Franco los honores de anterior jefe del Estado para la inhumación, algo similar podría plantearse en el traslado: escolta armada, cobertura de la carrera por la que transcurra la comitiva y utilización de un armón de artillería para transportar el féretro.
"Las fuerzas que acompañen al féretro lo harán con las armas a la funerala, las banderas irán enrolladas y con corbata negra; las cornetas con sordina, los tambores destemplados y enlutados", reza el artículo 39.3 del decreto de 2010.
Todo esto es lo que podría pasar de acuerdo con los planteamientos que la familia Franco sostiene en sus alegaciones.