Las explicaciones de Rebeca García, la acosadora en serie de Venezuela: "Nos persiguen por ser opositores al régimen"

Rebeca García y su hermano Francisco García, unos conocidos jóvenes que están acusados de ser acosadores en serie en Venezuela, mantuvieron la calma en todo momento tras ser requeridos por los agentes de la Policía Nacional. "Nos persiguen porque somos opositores al régimen, es una campaña contra nosotros", explicaron a los funcionarios que les identificaron tras un aviso ciudadano.

La historia de Rebeca García, de 34 años, bien podría calificarse como la de la 'Bebé reno' venezolana. Hace pocas semanas tanto ella como su hermano y el resto de su familia se trasladaron a Madrid. Las víctimas de esta acosadora han denunciado que no ha parado en sus intentos.

Algunas de estas jóvenes reciben más de 70 correos electrónicos de Rebeca García a lo largo de un solo día. Unos mensajes que pasan del amor al odio como la conocida serie de Netflix. "Gracias, te amo demasiado", comienzan algunos textos. "Te odio maldita", rezan otros.

Estos cambios de 'humor' son una prueba del carácter cambiante de la protagonista venezolana que ahora se encuentra en las calles de Madrid. Precisamente, un ciudadano fue el que este lunes llamó a la Policía para avisar que había reconocido a Rebeca García en un centro comercial de Madrid. Este testigo alegó que esta chica contaba con una orden de búsqueda internacional.

Las explicaciones de la acosadora

Varias patrullas de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Hortaleza se desplazaron rápidamente al lugar. Identificaron tanto a Rebeca García como a su hermano, de 29 años, y después les trasladaron a dependencias policiales para seguir con las pesquisas.

Tanto la joven como su familia guardaron la calma en todo momento. "Nos persiguen porque somos opositores al régimen, es una campaña contra nosotros", llegaron a comentar a los funcionarios que les custodiaban.

Después de varios minutos de comprobaciones, tanto Rebeca García como su hermano quedaron en libertad ya que no tenían ninguna orden vigente de la Interpol. Esta identificación de los agentes puede ser fundamental en un futuro porque la Fiscalía venezolana puede dar un paso para solicitar la detención de esta acosadora. Tienen los datos de donde se alojan en la capital.

Las autoridades venezolanas investigan a Rebeca García por ser una acosadora en serie de mujeres en Caracas. La Fiscalía del país no descartó solicitar su extradición a España, una circunstancia que no se ha realizado hasta el momento.

Nueve veces internada en un hospital

Tareck William Saab, el fiscal informó este viernes que Venezuela solicitó a España la extradición de los hermanos Rebeca y Francisco García, denunciados de forma masiva en redes sociales por acoso sexual, dando lugar a una investigación por parte de las autoridades, según publicó en sus redes sociales.

Saab señaló que verificó los “movimientos migratorios de los investigados” en su viaje a España para iniciar “los trámites respectivos de extradición”. Una circunstancia que aún no se ha producido a la vista de los sucesos de este lunes.

La Fiscalía investigó el historial médico de ambos hermanos en una clínica privada de Caracas, capital de Venezuela. Rebeca García estuvo hospitalizada en nueves ocasiones entre 2018 y 2021, mientras que Francisco una sola vez, por diversos trastornos. Ahora, el Ministerio Público ya sabe dónde se encuentran y podrían volver a reactivar su búsqueda si solicitan colaboración a las autoridades españolas.

Se les acusa de los delitos de promoción o incitación al odio, exhibición de pornografía de niños y niñas adolescentes. El fiscala explicó que se dedicaron durante más de siete años a acosar causando "terror y zozobra en las víctimas".

Las víctimas de esta presunta acosadora ofrecen unos relatos que ponen la piel de gallina. Regalos, fotografías o mensajes. No la frenan ni los cambios de trabajo, de número de teléfono o incluso de ciudad. Rebeca García persigue a estas jóvenes, según su relato, que pasan a vivir una auténtica historia de terror con miedo a que al final sus acciones sean violentas.