Las fricciones diplomáticas entre España y Reino Unido por la actividad naval en las aguas que bañan el Peñón de Gibraltar suman un nuevo capítulo, después de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya elevado una nueva queja ante Londres por unas maniobras desarrolladas por la Royal Navy en la región con munición de fogueo. Según ha podido saber Vozpópuli, nuestro país ha trasladado al británico su “condena” por este episodio, que tuvo lugar el pasado mes de marzo, y ha exigido que no se produzcan de nuevo acciones similares.
El suceso que ha desencadenado el nuevo roce –en un momento clave de la negociación entre España y Reino Unido por el encaje de Gibraltar tras el brexit- tuvo lugar durante los ejercicios Surfex, en marzo. Se trata de unas maniobras recurrentes y en las que, en esta edición, se empleó diversa munición de fogueo.
En vísperas de los ejercicios, la Autoridad Portuaria de Gibraltar advirtió a través de diversas vías del despliegue militar en aguas cercanas al Peñón. Así, en sus redes sociales, informaba de que el “martes 12 de marzo, de 9 a.m. a 11 a.m., [tendrá lugar el ejercicio] SURFEX con maniobras de alta velocidad y disparos de fogueo al Este de Gibraltar”, adjuntando a renglón seguido un mapa sobre el espacio donde se desplegaría la Royal Navy. En dicho mapa se podía apreciar la proximidad de localidades españolas, como La Línea.
Ante esta situación, Vox registró en el Congreso una batería de preguntas relacionadas con las maniobras, así como sobre una hipotética respuesta diplomática de España. “¿Tenía conocimiento el Gobierno de las maniobras realizadas por la Armada británica en aguas jurisdiccionales españolas?”, interpelaban desde el partido político.
El punto de fricción
Cabe recordar que la fricción entre España y Reino Unido sobre las aguas que bañan el Peñón se sostienen en la interpretación del Tratado de Utrecht firmado en 1713, de cesión de soberanía de este espacio. Madrid sostiene que el acuerdo únicamente incluye la parte terrestre y no la marítima, mientras que Londres y el Peñón consideran que el tratado asume de forma implícita que las aguas también les corresponderían.
“¿Ha realizado el Gobierno una queja formal ante el Gobierno del Reino Unido?”, preguntaban también los diputados de Vox en la iniciativa registrada en el Congreso de los Diputados. Y añadían: “¿Qué medidas ha adoptado el Gobierno para que se respete la soberanía española en aguas del Peñón de Gibraltar?”.
En su respuesta, consultada por Vozpópuli, Moncloa asegura que “el Gobierno de España formula protesta formal ante el Reino Unido siempre que se producen este tipo de maniobras”: “En dichas protestas, el Gobierno de España condena la realización de tales maniobras en aguas españolas y solicita al Reino Unido que tome las medidas oportunas para que no vuelvan a repetirse este tipo de acciones”.
A renglón seguido, el Gobierno de Pedro Sánchez manifiesta la postura de España sobre la soberanía de las aguas próximas al Peñón: “La posición de España respecto de los espacios cedidos y no cedidos a Gran Bretaña por el Tratado de Utrecht de 1713 permanece inalterada y que España no reconoce al Reino Unido otros derechos y situaciones relativos a los espacios marítimos de Gibraltar que no estén comprendidos en el artículo X del citado Tratado de Utrecht”.
Negociaciones sobre Gibraltar
La fricción diplomática tiene lugar en un momento particularmente delicado, en plenas negociaciones entre España, Reino Unido y Gibraltar sobre el encaje del Peñón tras el brexit. Precisamente, este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha presidido sendas reuniones de trabajo en torno a la marcha de las negociaciones sobre Gibraltar.
La primera reunión ha convocado a autoridades municipales y autonómicas, y la segunda, a agentes sociales y económicos de la comarca. En ellas, Albares ha informado sobre los progresos tras la reunión de alto nivel mantenida el pasado 12 de abril en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y el jefe de la diplomacia británica, David Cameron. En dicha reunión, que fue la primera en ese formato, se acordaron líneas políticas generales, incluyendo sobre el aeropuerto, bienes y movilidad.
Albares también ha ofrecido información sobre la eliminación de la Verja, el uso del aeropuerto, la libre circulación de personas y mercancías, los derechos de los trabajadores del Campo y la salvaguarda de la posición de España sobre la soberanía.
Este acuerdo, según subrayó el ministro Albares, busca crear “una zona de prosperidad compartida” y “abrir una nueva etapa de convivencia entre el Campo de Gibraltar y Gibraltar después de tantos años”. El objetivo, apuntó, es que esas “estrechas relaciones económicas, comerciales y personales” que en la comarca son “normales de hecho” lo sean también “de derecho y se eliminen incidentes y desconfianzas”.
En ambos encuentros se ha explicado que la negociación llevada a cabo desde el Ministerio de Asuntos Exteriores es "de gran complejidad", ya que incluye aspectos que atañen también a otros departamentos, como Interior, Defensa y Hacienda, entre otros.