La comunidad islámica está de nuevo de actualidad. En este sentido, y según publica el diario ABC, Fawad Nahhas -imán de una cárcel de Zaragoza- ha sido expulsado y apartado de las funciones de ese centro debido a las declaraciones que hizo una semana después de los atentados de Cataluña. Este imán condenó los ataques pero añadió que "España ha participado en coaliciones internacionales en las que el número de víctimas entre los países árabes ha sido cien veces superior" a las registradas en Barcelona y Cambrils.
"El terrorismo no es un invento musulmán, el terrorismo es un invento de las potencias europeas tras la Segunda Guerra mundial", acusó el clérigo ante 18 internos que asistían al culto en ese momento, según fuentes penitencias a las que ha tenido acceso el diario ABC.
Es evidente que el Ministerio del Interior vigila de cerca la actividad de mezquitas e imanes para evitar posibles radicalizaciones. Además, esta orden de expulsión -ha tenido lugar en un centro penitenciario- revela además el esfuerzo de Instituciones Penitenciarias por garantizar un ejercicio del culto musulmán dentro de una interpretación moderada.
Charlie Hebdo: el inicio de los controles
El control de las cárceles no viene de ahora. La supervisión ya era alta en 2015, coincidiendo con los atentados en País contra el semanario Charlie Hebdo. En este sentido, fuentes consultadas por ABC, indican que "el control no es sobre el Islam, sino sobre los internos que son objeto de seguimiento por haber mostrado indicios de radicalización". La misma fuente señala que "no se vigilan todos los servicios religiosos en todas las prisiones al 100%, pero sí se hace en muchas ocasiones".
En el caso de la oración que ocasionó la expulsión de Fawad Nahhas, el rezo tuvo presente en todo momento a un funcionario de control, visible y conocido de otras veces por los internos, que llegaron a "girar la cabeza hacia él y mantenerle la mirada" cuando el imán pronunció las palabras en las que pareció relacionar los ataques en Cataluña con la participación española en misiones militares en países árabes.
Faltó el rechazo al terrorismo
En el citado rezo del 25 de agosto en la localidad de Zuera (Zaragoza), se detectó que uno de los presos que habitualmente interviene en la oración para mostrar su rechazo al terrorismo obvió declararlo. Además, llamó la atención que otro de los asistentes -de costumbres rigoristas e identificado claramente en la prisión como un líder cuyo consejo procuran otros- había abandonado los ropajes islámicos a partir los ataques de Barcelona y Cambrils.
