Lobna, de 32 años, quería rehacer su vida tras años sufriendo malos tratos por parte de su marido. No fue fácil para ella dar el paso pero sus amigas y familiares la convencieron para hacerlo. Una vez puesta la denuncia el juez decretó una orden de alejamiento de 500 metros sobre su pareja. Una medida que no fue efectiva, ya que este hombre vivía a menos distancia, y no le impidió ir a su casa para matarla el pasado miércoles en Pozuelo de Alarcón.
Esta mujer marroquí era una de las miles de víctimas que estaba inscrita en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Viogen). Su nivel de riesgo era bajo pero viene a la mente una pregunta: ¿Qué sucedió para que el sistema no detectara el peligro que corría?.
Analizar el fallo del sistema
Los datos recabados durante el año pasado muestran que el caso de Lobna no es un hecho aislado. Siete de las mujeres asesinadas en 2021 tenían decretadas medidas de protección, cinco de ellas en vigor cuando fueron asesinadas pero sirvieron para salvar sus vidas. "Es un fallo del sistema que tenemos que analizar no solo el poder ejecutivo, también el poder judicial", explicado la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.
Rosell hizo estas declaraciones el pasado mes de diciembre tras conocerse que un hombre de 43 años asesinó a su expareja de 40 años y a su hija de once meses en Liaño de Villaescusa (Cantabria). El detenido tenía una orden de alejamiento sobre ambas.
Así funciona el Viogen
El sistema Viogen tiene cinco niveles de riesgo que van desde no apreciado, bajo, medio, alto y extremo. El nivel mayor contempla una vigilancia 24 horas de la Guardia Civil y Policía Nacional. Las víctimas también cuentan con un botón para activarlo en caso de peligro. "No es algo que quieran todas las víctimas ya que pierden libertad e intimidad", recalcan fuentes policiales a Vozpópuli.
Este baremo se recopila de forma objetiva ya que las mujeres tienen que contestar más de medio centenar de preguntas de un cuestionario. Una vez volcado los datos el sistema da un nivel de riesgo acorde con la situación. Este nivel puede incluso ampliarse dependiendo de la opinión de los agentes.
El Viogen comenzó en 2007 y desde ese año se han incluido y mejorado los indicadores. Todo acorde a la metodología científica. Analiza el perfil del agresor, de la víctima y los factores de riesgo. "No es perfecto ni infalible" pero es "objetivo", resaltan estas fuentes.
Estas mismas fuentes destacan la importancia de que la víctima sea sincera en sus respuestas para que los agentes y el sistema pueda corroborar su situación.
Más vigilancia en momento de "tensión".
El caso de Pozuelo guarda varios matices. El primero de ellos es que la mujer había denunciado recientemente su situación. El juez decretó una orden de alejamiento de 500 metros pero la víctima se había desplazado a vivir a casa de su primo a 350 metros.
La vigilancia de esta víctima correspondía a la Policía Local de Pozuelo de Alarcón ya que su nivel era bajo, casi inapreciable, según Viogen. Este Cuerpo tenía contacto directo con la mujer ya que uno de los agentes era el encargado de hablar con la mujer.
Las fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que la cercanía del juicio con su expareja generó en la mujer lo que se denomina un momento de "tensión". Por ello los policías se debieron poner en contacto con ella como marca el protocolo. En todo este procedimiento algo falló, tal como han reconocido la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, y la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant.
Ese día estuvo en los Servicios Sociales
"Es muy difícil, cuando un hombre quiere asesinar a una mujer, evitarlo; pero tenemos que ampliar los mecanismos y ver qué otro tipo de medidas se habían podido dar. Este caso a mi en concreto, me ha traspasado el alma porque es la primera víctima desde que soy delegada del Gobierno que sí tenía denuncias, que tenía orden de alejamiento", admitió González.
La alcaldesa de Pozuelo aseguró que la Policía Local "sí estaba al tanto" de que víctima y homicida vivían a menos distancia de la requerida por la orden de alejamiento. "Voy a ver qué es exactamente qué es lo que ha podido fallar en cualquiera de las administraciones y desde luego si es en la Local asumiremos lo que ha pasado", afirmó.
Precisamente, la mañana del crimen la mujer había estado en los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Se mostró "contenta" con los "niños normalizados en el colegio". "Estaba muy tranquila por que todo iba muy bien y la ha matado. Esa es la realidad", lamentó la regidora.
