Las prisiones españolas necesitan tres mil funcionarios más para cumplir la plantilla aprobada en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), según explica José Manuel Couso, portavoz de CSIF, sindicato más representativo en las administraciones públicas y mayoritario en la Mesa de Negociación de Prisiones.
El sindicato denunció hace unas semanas “la brutal agresión a un funcionario de prisiones en el Centro Penitenciario de Navalcarnero, que sufrió la amputación parcial de una oreja tras recibir un mordisco de uno de los presos”.
Otros cuatro funcionarios más sufrieron contusiones, golpes en la cara, costillas y diversas lesiones que requirieron atención médica en el centro y el posterior traslado al Hospital 12 de Octubre, como consecuencia de la violencia de este interno.
Couso explica que se precisan cubrir esas tres mil plazas tanto en oficinas como en personal laboral y funcionarios después de haber estado muchos años sin convocar oposiciones. Durante algunos años tan sólo se han repuesto las jubilaciones y en dos de ellos tan siquiera se ofertaran esas plazas.
Otro de los problemas con el que se encuentran los funcionarios es el envejecimiento de la plantilla pues más de un 50% tiene 50 años o más.
La crisis ha sido la culpable de la falta de funcionarios, pero también la construcción de un elevado número de cárceles nuevas que exigen más trabajadores, según el sindicato.
CSIF mantuvo una reunión hace unos días con el secretario general de Instituciones Penitenciarias para exigir que se agilice el desarrollo de la condición de ‘agente de autoridad’
CSIF señala que este año se han convocado 831 plazas para Instituciones Penitenciarias, pero sería necesario mantener estas convocatorias 4 o 5 años para solucionar los graves problemas de falta de personal.
La condición de ‘agente de autoridad’
CSIF mantuvo una reunión hace unos días con el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, para exigir que se agilice el desarrollo de la condición de ‘agente de autoridad’ para los funcionarios de prisiones. También le exigieron que se refuercen las plantillas y medidas de seguridad para evitar agresiones como la ocurrida en Navalvarnero.
El sindicato cree que las agresiones son producto “de la desastrosa política de personal que permite estas situaciones”. Pidieron al representante de Prisiones “que, de una vez por todas, solucionen la alarmante falta de efectivos que aquejan a nuestras prisiones, que encaren una política tendente a solucionar este déficit, y sobre todo que tomen conciencia de la necesidad de proteger a todos los profesionales del ámbito, mejorando nuestras condiciones de trabajo”.
