Alberto Núñez Feijóo tiene claro quién será el próximo president de la Generalitat. Y no es el candidato del PSC, Salvador Illa, ganador las elecciones catalanas con 42 diputados. Para el líder del PP, que el PSOE negara ayer que fuera a investir a Carles Puigdemont es el primer paso en un proceso que acabará, precisamente, con la investidura del líder de Junts. "El primer paso es negar el pacto con Puigdemont. El segundo, decir que Cataluña merece un gobierno estable y de diálogo. Y la tercera, que hace falta un gobierno de reconciliación con Puigdemont como presidente", ha secuenciado Feijóo lo que, a su juicio, sucederá en las próximas semanas y siempre después de las elecciones europeas del próximo 9 de junio.
El líder de la oposición ha puesto como ejemplo lo ocurrido con célebres cambios de opinión como los indultos, con la rebaja en las penas de malversación y prevaricación y con la Ley de Amnistía. "Si Pedro Sánchez no hubiera elegido siempre que ha podido aliarse con los independentistas antes que perder el poder, hoy Cataluña tendría asegurada una nueva etapa sin independentismo", ha desdeñado que tales medidas hayan fomentado el apaciguamiento en la región. "No es así por decisión del partido de Sánchez, que ha vuelto a convertir, siete años después, a Puigdemont en protagonista y actor clave de la política española y catalana", le ha reprochado.
En definitiva, para Feijóo, "el procés no ha muerto porque el sanchismo lo necesita vivo para subsistir". Una afirmación que, eso sí, no concuerda con lo manifestado con el líder del PP catalán y el hombre del día en Génova 13, Alejandro Fernández. "El veredicto es inapelable: el proceso se acabó, y yo me comprometo a ser leal con ese mensaje", dijo el hombre que liderará a un grupo de 15 diputados en el Parlament de Cataluña esta legislatura. Habrá que ver, por tanto, si el procés late o no late o, como Tom Sawyer, está acudiendo a su propio entierro. El líder del PP, desde luego, le ha dado una vigencia absoluta.
"Mucho que decidir en Cataluña"
"Ahora el PP tiene mucho que decir y mucho que decidir en Cataluña", ha comenzado Feijóo su discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido convocado ad hoc para valorar este 12-M. Unas elecciones con las que finalizan un "ciclo electoral casi completo" muy positivo para el líder del PP, que ha vuelto a repasar el palmarés logrado durante sus dos años al frente del partido y que ha sumado a sus vitrinas lo que considera una "responsabilidad histórica": "Liderar el constitucionalismo en Cataluña". Una vitola de la que hace tiempo despojaron al PSC.
"Estamos satisfechos porque la mejora es espectacular" y "contentos porque nuestra subida significa un descenso efectivo del procés", ha dicho Feijóo, "pero no tenemos todavía los objetivos conseguidos". Y si no están conseguidos es porque el líder del PP quiere que la formación sea en Cataluña una opción de gobierno como lo es en el resto de España. Algo que tampoco sucede en el País Vasco.
"Nos queda mucho partido por construir, mucha base por ensanchar, mucho territorio pro cubrir y talento por captar para representar a la mayoría de la sociedad", ha dicho sobre estas dos regiones, tradicionalmente antipáticas para el PP y las últimas en celebrar elecciones. No obstante, el resultado en Cataluña, donde se han superado todas las expectativas, nada tiene que ver con el tibio resultado del 21-A. Estas, para Feijóo, sí significan "un nuevo comienzo" para construir "una alternativa ilusionante".
"Hemos pasado de 110.000 votos a 342.000. Hemos recuperado la confianza de 230.000 catalanes con un mensaje claro", se ha congratulado el presidente popular. Feijóo, además, ha diferenciado de dónde, a su juicio, viene el voto del PP y de dónde el socialista, a quien ha dibujado única y exclusivamente capaz de captar el apoyo de formaciones independentistas o radicales, fagocitadas ideológicamente y de las que se alimenta el PSOE para mantener el poder. "No hemos usado atajos para concitar el voto, no nos hemos mimetizado con otros discursos independentistas ni vamos a decir una cosa en campaña para después hacer otra. El camino más eficaz es también el camino más ético. Hoy el PP es la alternativa al independentismo en Cataluña", ha sentenciado.
Por último, Feijóo ha pedido a los principales dirigentes de su partido una "movilización de máximos" de cara a las elecciones europeas de dentro de tres semanas "para liderar el proyecto de concordia" y "de unión". "Lo haremos en las urnas y lo haremos en las calles", ha dicho el líder del PP, alentando la participación en la manifestación convocada por el partido "contra los bulos" del Gobierno el próximo 26 de mayo en las calles de Madrid.
lahonorable@hotmail.com
seria el mismo guion puigdemont con menos escaño gobernaria cataluña igualito que en el congreso el pp saco mas escaños y gobierna sanchez
ArchieEnVozpopuli
Freyjoy, eres/sois cada día más patéticos.
Termopidas
Puigdemont, ya va conociendo las artimañas de Sánchez... ERC no entrará en tripartitos, pero si se abstendrá y saldrá Illa de presidente... Sánchez nos volverá a convocar elecciones por sorpresa.. Porque Puigdemont, no le volverá aprobar a Sánchez, ningún presupuesto.. Así, que PP, vayan preparándose para ir a las generales...
syloxozi
En efecto. El proces está abstenido. Y SáncHez lo mantiene hibernado para cuando necesite reactivarlo, al igual que los sindicatos, que será en cuanto empiece una hipotética legislatura de la "fachosfera". La siguiente legislatura, salvo pucherazo que ya puestos ... será un sinvivir a cargo de los comegambas y de los indepes ... Huy ... lo mismo debería callarme, no se nos vaya a acoxonar el ínclito. Bueno, ahí lo dejo, que lo mismo la lío parda.
luki
Jajaja qué dice este hombre? Se ha despertado ya el PP de la siesta en Cataluña? Qué le reclamas a los demás que no hace tu partido en Cataluña? Te parece poco el resultado del PSC padre? Y tu dónde andas? Dónde está el guardián de las esencias constitucional evitando un gobierno con nacionalistas? Alberto deja la c0ca
SonWeb
El pacto de Sánchez con Junts ─por siete votos tienes el roto─ provoca un sismo en La Moncloa. O convierte a Puigdemont en presidente de Cataluña tras perder las elecciones, o deja la presidencia del Gobierno. Carles, que quedó segundo tras Illa, se postula para ser reelegido, recordando que Sánchez perdió las elecciones de 2023 y permanece en el cargo en minoría. Illa podría ser empujado del podio por su jefe tras ganar las elecciones, como hizo con Feijóo tras vencer en las generales. Qué espectáculo el de la titubeante política catañola, con su contrabalanceo de pactos esperpénticos, en los que las alianzas se construyen y se destruyen con la misma rapidez que la palabra del presidente del Gobierno, que es capaz de negociar cualquier cosa con cualquiera en cualquier momento, siempre a costa de sus principios y en contra de la voluntad de la mayoría ciudadana. Necesitamos un poder sólido, anclado en convicciones firmes, y no este fluido condicionado a los intereses del momento.