En sus anteriores visitas a Barcelona, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo exhibió su complicidad con el mundo empresarial, con los que comparte su rechazo al conocido como "infierno fiscal" catalán. Sin embargo, esta mañana ha acudido a Barcelona para participar en el 44 Congreso Confederal de UGT que se celebra hasta el miércoles en en la Ciudad Condal y en el que mañana participara el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. "Quizás alguno de los presentes se pregunte qué hace el presidente del PP en este congreso", ha bromeado Feijóo durante su alocución. Y es que se trata de la primera vez que un líder de los populares participa en uno de los cónclaves del sindicato. Un estreno en el que ha reivindicado el papel de los agentes sociales pero desde una óptica liberal-conservadora.
En este sentido, ha denunciado las 81 subidas de impuestos y las más de 46 que hay en cartera. Los cuales no han servido, a su juicio, para incrementar la renta de los trabajadores, ni para "proteger a los más vulnerables" ni para "cuadrar las cuentas". Y, tras recordar que los "gobiernos están para servir y no para servirse" —una alusión a la corrupción que acecha al PSOE—, ha mantenido que su "única ambición es reconstruir todo lo que se ha dañado en España con políticas de Estado honestas que vuelvan a estar a la altura de los ciudadanos". Por ello, ha abogado por que las "mayorías vuelvan a tomar las grandes decisiones del país" después de mucho tiempo en "manos de minorías".
A este respecto, ha solicitado el respaldo de UGT a su ley de concialiación, que incluye aumentar los permisos de paternidad pero también la "flexibilidad laboral", extremos al que se opone el sindicato. Por su lado, el secretario general de UGT, Camil Ros, ha puntualizado que una muestra de buena voluntad por parte de Feijóo sería votar a favor de la reducción de jornada. "No nos vendria mal", ha bromeado Ros.