El Rey Felipe VI no informó a Anticorrupción de que su padre podría disponer de una fortuna oculta en Suiza a nombre de la Fundación Lucum, según confirman fuentes del ministerio público a Vozpópuli. De esta forma, se descarta que una de las "autoridades competentes" a las que la Casa del Rey aseguró haberle comunicado en marzo de 2019 que Juan Carlos I le había designado como beneficiario de la fundación panameña sea la Fiscalía anticorrupción. Sin embargo, el comunicado oficial sí confirma que el monarca informó de los hechos a su padre, quien ha designado a un abogado en su defensa cuando todavía no hay ninguna causa judicial abierta conocida.
El fiscal de anticorrupción Luis Pastor mantiene abiertas desde finales de 2018 unas diligencias previas de investigación sobre las presuntas comisiones tras la adjudicación de la construcción y explotación del AVE entre las localidades saudíes de La Meca y Medina. Un consorcio de empresas españolas, liderado por OHL, se hizo con el contrato de más de 6.000 millones de euros adjudicado por el Ministerio de Transportes de este país asiático.
En Suiza el fiscal del cantón de Ginebra Yves Bertossa investiga el cobro de los 100 millones de dólares por parte de la Fundación Lucum, disuelta en 2012, cuyo segundo beneficiario era Juan Carlos I. Este fiscal trata de determinar si este pago tiene su origen en una intermediación del rey emérito entre la monarquía saudí y los empresarios españoles. Bertossa sospecha que el monarca habría logrado que el consorcio español rebajara su oferta por el AVE un 30%.
Sin información
El ministerio público español ha reclamado esa información al fiscal suizo, quien todavía no ha enviado los datos que aseguró tener en su poder sobre las operaciones sospechosas de Lucum. Una de ellas, el pago en 2012 de 65 millones de euros en Bahamas a Corinna zu Sayn-Wittgenstein. También dispondría de datos de una segunda fundación vinculada a Juan Carlos I: Zagatka.
El rey Felipe VI recibió el 5 de marzo de 2019, hace más de un año, una carta del despacho de abogados británico Kobre & Kim, contratado por Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la que fuera amiga íntima de Juan Carlos I hasta el accidente de Botsuana de abril de 2012. En la misiva, se aportaban datos sobre las presuntas actividades de su padre.
El Rey sí trasladó una copia de la misiva a Juan Carlos I, que decidió designar como abogado al exfiscal Javier Sánchez-Junco Mans "en el ejercicio del derecho a la defensa"
La Casa del Rey sí trasladó una copia de la carta a Juan Carlos I, quien decidió designar como abogado al exfiscal Javier Sánchez-Junco Mans "en el ejercicio del derecho a la defensa". Además, el rey emérito anunció el 27 de mayo de 2019 que en junio de ese mismo año ponía fin a toda actividad institucional u oficial, retirándose completamente de la vida pública.
Aforado en el Supremo
Juan Carlos I abdicó en 2014 y desde entonces no está bajo el amparo de la inviolabilidad que otorga la Constitución al jefe del Estado. De esta forma, el rey emérito sí podría ser investigado por eventuales delitos cometidos tras su renuncia. Sin embargo, mantiene su aforamiento; en este caso, ante el Tribunal Supremo.
Mientras el emérito fue informado del contenido de los hechos, ni la Fiscalía anticorrupción ni la Audiencia Nacional, que archivó unas primeras pesquisas dentro del caso Villarejo, fueron alertados del contenido de la carta de los abogados de Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Sin embargo, sí han podido tomar nota de las noticias publicadas por la prensa suiza, británica y española sobre la presunta vinculación de Juan Carlos I a Lucum y Zagatka, ambas con cuentas en bancos suizos.
Los diarios The Telegraph y Tribune de Genève informaron de que la Fiscalía suiza investigaba a ambas fundaciones. La primera habría ingresado 100 millones de dólares, mientras que la segunda sirvió para que Álvaro de Orleans-Borbón pagara cinco millones de euros de los viajes de su primo Juan Carlos I.
Banco Zaragozano
La documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli sobre Zagatka muestra que Álvaro de Orleans-Borbón atribuyó a Juan Carlos I la condición de tercer legatario de esta fundación panameña por "su admiración y reconocimiento por haber abierto a España el camino de la libertad, por su constancia y su habilidad, también su humanidad y por restablecer las libertades públicas y un régimen parlamentario hasta la democratización del país".
Además, estos documentos confirman que la mayor parte de la fortuna de Zagatka, valorada en más de 50 millones de francos suizos, tenían su origen en la intermediación realizada en 2003 entre los propietarios del Banco Zaragozano y el británico Barclays Bank. Los principales dueños del Zaragozano era los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer, conocidos como los Albertos, considerados amigos de Juan Carlos I.