"Sócrates ha vuelto a ser ejecutado por pretender corromper a la juventud". Esta es la frase con la que los profesores de Filosofía tratan de denunciar la desaparición de la asignatura que imparten del currículo de la ESO, lo que significa que los alumnos pasarán toda la enseñanza obligatoria sin estudiar esta materia. No tienen opción de aprender filosofía en toda esta etapa educativa. Algo que ha puesto al profesorado en pie de guerra contra la nueva ley de Educación del Gobierno. Incluido Fernando Savater.
En lugar de la Filosofía, se ha optado por materias más prácticas como Digitalización o Economía y Emprendimiento. Ya no se debatirá sobre el bien y el mal en las aulas, no se intentará hallar sentido a la existencia, ni se apuntarán los caminos del ser. Las nuevas generaciones quedarán huérfanas ante unos interrogantes que nos interpelan desde que cobramos conciencia de nosotros mismos y de lo que nos rodea.
"Es una pérdida irreparable a nivel cultural, pues la Filosofía ha formado parte fundamental y fundante de todo el desarrollo intelectual de Occidente. Así, por ejemplo, la Ciencia o los combates políticos a favor de la democracia y la emancipación, con sus ideas de libertad y sujeto, nunca hubieran sido posibles si no hubiera existido la propia Filosofía", explica a Vozpópuli Enrique P. Mesa García, presidente de la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid.
Además, dice, implica una pérdida extraordinaria del pensamiento crítico. "La Filosofía es la única que tiene un pensamiento crítico radical en un doble sentido. Mientras que las demás disciplinas de conocimiento necesitan partir de unos presupuestos dados que no se discuten, la Filosofía presenta una crítica radical, es decir, desde la raíz: discute sobre si existe la realidad", apunta. Y lo hace no desde un planteamiento simple, emotivo o personalista, el imperio de la opinión, sino desde el intento de rigor de la argumentación racional", sostiene.
Un 'estorbo' para poder dominar a los jóvenes
Según Mesa García, se pierde el proceso de desidentificación. "La Filosofía enseña a cuestionar desde la racionalidad la realidad exterior y con ello la fácil identificación con lo que ocurre, creyendo que lo que hay es lo que debe existir. En momentos como los actuales, donde vemos surgir movimientos y acciones cercanas a aspectos totalitarios que tanto atraen en la juventud, esa actitud de cuestionamientos y sospecha ante lo que se nos presenta implica la existencia de una conciencia crítica que no surge espontáneamente sino que debe ser educada. Y esa conciencia crítica necesita el pensamiento crítico que la Filosofía aporta. Y es una conciencia imprescindible para una auténtica democracia", considera.
La nueva ley de educación quiere crear un nuevo sujeto para la dominación social. "Necesita eliminar de él cualquier matiz crítico
El presidente de la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid opina que la nueva ley de educación (Lomloe) quiere crear un nuevo sujeto para la dominación social. "Necesita eliminar de él cualquier matiz crítico que le llevara a plantearse esa misma ideología que se le quiere imponer. Por eso, elimina la Ética de la ESO, que ahora estorba para la dominación", considera. Una estrategia que, a su juicio, coincide con la justicia ateniense que terminó ejecutando a Sócrates tras ser acusado de corromper a la juventud por empujarla a practicar el pensamiento crítico.
Savater: "La Filosofía es una asignatura juvenil"
El filósofo y escritor Fernando Savater también se manifiesta en contra de la eliminación de la Filosofía del temario de la ESO: "No solamente por motivos gremiales, sino racionales. La Filosofía y la democracia nacen en el mismo lugar y en el mismo tiempo y hay una vinculación entre ellas. La Filosofía es la autonomía de la persona, y la democracia la autonomía del grupo".
Es algo que a los jóvenes de 13, 14 y 15 años les interesa. Es la mejor edad para la Filosofía porque es cuando uno empieza a preguntarse todo
Para Savater, el fin de la Filosofía supone que la democracia pierde su sombra intelectual. "La Filosofía es una asignatura juvenil. Es algo que a los jóvenes de 13, 14 y 15 años les interesa. Es la mejor edad para la Filosofía porque es cuando uno empieza a preguntarse todo. Con los años uno va perdiendo esos impulsos. La última adolescencia y la primera juventud es cuando se empieza a practicar la democracia", declara a este medio.
Y añade: "Eso sí, si el Gobierno la mantiene en Bachillerato para que se convierta en un recetario izquierdista transgénero, pues mejor que la eliminen también".
"No es estudiar filósofos, es reflexionar"
Margarita Pintos, profesora jubilada de Filosofía y fundadora de la MetaLibrería, tienda especializada en Filosofía, tacha de "disparate" que una asignatura como Filosofía no se imparta de manera sistemática como las Matemáticas o la Lengua. "En esa época de aprendizaje se sistematizan los conocimientos elementales y básicos. La Filosofía tendría que estar a lo largo de toda la enseñanza, no solamente en unos periodos", opina.
Según Pintos, esta materia aporta un conocimiento de forma ordenada, crítica, donde se enseña a razonar y a decir qué argumento se tiene para mantener una opinión. "Nos ayuda a no responder solamente con emociones ante las situaciones, sino buscar el porqué", afirma.
Filosofía no es solo estudiar los filósofos. Es ayudar a los niños a analizar lo que hacen cada día, a reflexionar sobre por qué han empujado a un compañero
"La gente piensa que Filosofía es estudiar los filósofos. No es eso. Es ayudar a los niños a analizar lo que hacen cada día, a reflexionar sobre por qué han empujado a un compañero. Sirve para reflexionar y comprender las situaciones cotidianas: sirve para ordenar la realidad", aclara.
Desde pequeñitos, continúa Pintos, hay que enseñarles a que piensen por sí mismos. "Me temo que las generaciones que no estudien Filosofía van a ser más ovejas. Hay que salir de las aulas con un criterio propio, aunque sea equivocado. Si esto no se fomenta, vamos a una sociedad bancaria. Todos con las mismas cabezas y los mismos contenidos", concluye.
Consecuencias para los alumnos
Ángel Vallejo, profesor de Filosofía y miembro de la comisión de educación de la Red Española de Filosofía (REF), cree que una de las consecuencias que tendrá en el alumnado la eliminación de la asignatura en la ESO será "un empobrecimiento radical, de su horizonte cultural, cognoscitivo y vital". "Y esto vale tanto para el alumnado como para la sociedad, pues al fin y al cabo esta está compuesta por individuos", apunta.
Por otro lado, explica Vallejo, el hecho de que el alumnado no se enfrente a problemas y textos de la complejidad y el nivel de abstracción propios de los filosóficos, redunda en un empobrecimiento de su competencia lectora y su capacidad argumentativa.
Prescindir de la Filosofía es un lujo que nuestra juventud y nuestra sociedad futura no pueden permitirse
"Educativamente, prescindir de la Filosofía es un lujo que nuestra juventud y nuestra sociedad futura no pueden permitirse: ser capaces de pensar más allá de los cauces trillados, o de entender que las cosas no tienen por qué ser como parecen, es algo a lo que la Filosofía contribuye de un modo decisivo y en un grado igual o mayor al de todas las demás disciplinas educativas", señala.
Para el profesor, es curioso comprobar como en las pruebas PISA el alumnado español es el más destacado en la denominada competencia global. "Quizá habría que preguntarse qué marca la diferencia con otros países, y quizá pudiésemos conjeturar que aquí y hasta ahora, gran parte del alumnado de 4º ESO ha estudiado cuatro años de Valores éticos y uno de Filosofía hasta llegar a las pruebas", destaca.
Valores éticos y cívicos
Consultado sobre la asignatura Educación en Valores Éticos y Cívicos y su carga lectiva en el currículo de 3º de la ESO, Vallejo cree que sería una buena materia si después se complementara con una otra de Ética en un curso posterior. "La carga horaria mínima de una hora es ridícula. Es completamente insuficiente para satisfacer el cumplimiento del currículo planteado por el Ministerio de Educación. Si hubiera coherencia, ante un temario tan dilatado, lo normal sería un mínimo de dos horas. Por fortuna las comunidades autónomas aún están en disposición de aumentar esta dotación hasta un mínimo decente, de manera que el alumnado no tome un tema tan importante como una asignatura 'maría'", emplaza.
Para el docente, esta asignatura no puede sustituir a la Filosofía en la ESO. "Los Valores son una parte de una parte de la Filosofía, que es la Ética, pero deja fuera lo más importante de esta parte: la reflexión sobre sus fundamentos y el debate crítico sobre los mismos. Un buen sustituto de la Filosofía no existe", indica. Vallejo recuerda que la propia UNESCO, máxima autoridad educativa de la ONU, ha mantenido siempre y desde la Declaración de París, que la Filosofía debería tener presencia en todo el sistema educativo, instaurándose allá donde no existiera y aumentándose allá donde ya estuviese presente. "En nuestro sistema educativo la evolución ha sido la contraria: cada Ley educativa ha reducido su presencia", denuncia.
La REF siempre ha planteado, recuerda, la necesidad de que haya una presencia creciente, desde Primaria con la Filosofía para niños, hasta el Bachillerato con una asignatura sistemática y otra histórica, de la Filosofía como disciplina eminentemente educativa.
La REF pide una presencia creciente, desde Primaria con la Filosofía para niños, hasta el Bachillerato con una asignatura sistemática y otra histórica
Con él coincide el profesor Mesa García: "Educación en Valores cívicos y éticos bajo ningún concepto puede ser calificada de reflexión filosófica o sustituir a una materia de filosofía en la Educación Secundaria Obligatoria".
"Esta materia consiste básicamente en su currículum en generar en los alumnos una serie de valores determinados, mientras que la Ética no está para decir lo que está bien o está mal, sino para generar la capacidad crítica en los alumnos y que estos puedan reflexionar racionalmente, y no desde las emociones simplificadas o los procesos identitarios, sobre las distintas teorías y valores morales, pudiendo analizarlos críticamente y con rigor intelectual", puntualiza.