El ajuste del shock inmobiliario en España está siendo más lento de lo previsto, según el análisis del FMI que plantea que algunas de las políticas adoptadas están produciendo efectos indeseados que obstaculizan la recuperación del mercado inmobiliario en España. “El precio de la vivienda puede haber tocado suelo”, concluye el organismo internacional, pero el ajuste puede no haber terminado todavía como consecuencia de esas políticas.
El primer motivo que cuestiona la recuperación es la bajada de salarios en España. Según el documento fechado en enero de 2015 y en el que se analizan los mercados que el FMI considera comparables como son los de Irlanda, Holanda, Dinamarca y España, la caída de las nóminas está limitando la reducción del endeudamiento hipotecario que se perseguía y está dificultando el acceso a la vivienda de las generaciones más jóvenes a las que los nuevos salarios afectan más. Como consecuencia de ello, el desapalancamiento al que han contribuido la inflación y el repago de deudas se ha visto contrarrestado por una caída de poder adquisitivo en la que España supera a todos los países con cracks inmobiliarios analizados. El empobrecimiento de España supera al de Irlanda u Holanda y va en la dirección contraria de lo que ha ocurrido en el Reino Unido, Estados Unidos o la mayoría de crisis hipotecarias de la historia.
En segundo lugar, los efectos del crack del ladrillo en nuestro país también pueden haber entrado en flagrante contradicción con medidas de “flexibilidad” como la reforma laboral que se pretendían instaurar. Así, por ejemplo, la movilidad laboral que se buscaba ha sido frenada porque las deudas hipotecarias han impedido a los trabajadores dejar sus viviendas y acudir a regiones en las que pueda haber más empleo. El impacto es tal que España es –según el FMI—el segundo país en el que mayor lastre económico ha representado la explosión de la burbuja del ladrillo.
Ante la contradicción entre las políticas generales aplicadas y las características particulares de la economía española, el Fondo Monetario Internacional plantea una batería de recomendaciones al Ejecutivo entre las que destaca la de que los mayores con pisos puedan cederlos gratuitamente a sus hijos y nietos como fórmula para que los jóvenes puedan acceder a la vivienda. En el caso español, el FMI recomienda a España terminar con los impuestos de sucesiones y donaciones para permitir el acceso de los jóvenes a la vivienda.
Recomendaciones de política económica
Ante los desajustes identificados, el FMI plantea una batería de recomendaciones entre las que se incluyen algunas novedades como la exención fiscal para donaciones incluso de cantidades en efectivo siempre que se utilicen para amortizar deuda hipotecaria. El FMI cita como ejemplo la medida adoptada por Holanda, donde se ha decretado que el regalo de hasta 100.000 euros está exento de impuestos si el receptor del obsequio utiliza ese dinero para pagar su hipoteca o sus deudas inmobiliarias. 50.000 hogares se han acogido a esa medida en un año y se ha producido una transferencia de renta equivalente al 0,4% del PIB, asegura el Fondo que plantea a gobiernos como el español seguir ese ejemplo.
El FMI considera "insuficiente" la reforma del sistema de insolvencia y segunda oportunidad de España
Entre esas recomendaciones se incluye también la eliminación de los impuestos de sucesiones y donaciones como forma de facilitar el acceso a la vivienda de las generaciones más jóvenes.
El FMI aplaude “las enmiendas introducidas por España a sus leyes de insolvencia” pero critica que se han quedado muy cortas: “Aunque son un paso en la buena dirección, esa medida sólo proporciona a los propietarios de viviendas residenciales un alivio parcial (20 al 35%) después de haber pagado una considerable parte de la deuda total (80% al 65%) durante un periodo de tiempo relativamente largo (de 5 a 10 años)”. Ante esa crítica, el organismo internacional plantea al Ejecutivo español que “se debería considerar una reforma mayor del sistema de insolvencia para las personas que lo acerque a las recomendaciones de la Comisión Europea de marzo de 2014 para permitir una segunda oportunidad y un comienzo nuevo tras abonar pagos durante 3 años”. Igualmente, el FMI respalda “los esfuerzos de España en 2013 por facilitar la publicación de datos sobre la reestructuración de créditos y por garantizar la aplicación uniforme de su clasificación entre las entidades”.