El Ayuntamiento de Madrid ha decidido suspender la eliminación de vestigios relacionados con el franquismo hasta que esté desarrollada una normativa municipal que indique el modo apropiado de aplicar la Ley de memoria histórica, tras las críticas de PP, PSOE y Ciudadanos a su gestión en este asunto. Según fuentes municipales, esta decisión se ha tomado tras constatar la necesidad de dotarse del "instrumento jurídico" necesario para poder aplicar la ley. Por ello, a diferencia de lo que este martes sostuvo la concejal delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, en las próximas semanas no se va a retirar ninguna otra placa ni se cambiarán nombres de calles madrileñas.
Iñigo Henríquez de Luna, portavoz adjunto del PP, ha definido a Celia Mayer como una "'hooligan' del Patio Maravillas" y dice que está"totalmente desautorizada"
La elaboración de la normativa de aplicación de la ley se realizará de manera simultánea a la elaboración del Plan Integral de Memoria de Madrid, que está llevando a cabo la Cátedra Complutense de Memoria Histórica del siglo XX y que se presentará, al igual que la normativa municipal, en el mes de abril. La suspensión de la retirada de vestigios franquistas se produce después de que el Gobierno de la ciudad haya repuesto la placa de homenaje a ocho beatos carmelitas fusilados durante la Guerra Civil que retiró el pasado viernes del cementerio parroquial de Carabanchel Bajo, tras haber asumido que su eliminación se produjo a causa de un "error interno". La corporación municipal comunicó la decisión de devolverla a su ubicación original tras concluir su equipo jurídico que la placa no incumplía la Ley de memoria histórica.
El Ayuntamiento de Madrid inició el pasado viernes la retirada de monumentos franquistas en la capital, lo que ha motivado las críticas del PP, que ha pedido este miércoles la dimisión de Mayer; y la apertura de un expediente por parte de la Comunidad de Madrid, que entiende que antes debería haber informado a la dirección general de Patrimonio autonómica. Los primeros vestigios franquistas retirados fueron la placa por el fusilamiento de los carmelitas en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo, ya repuesta; la lápida dedicada al falangista José García Vara y el monolito al Alférez Provisional en la plaza de Felipe IV.
Cuestionada por todos los grupos
Todos los grupos municipales de la oposición han cuestionado la gestión del Ayuntamiento en este asunto en los últimos días. Para el PP, cuyo portavoz adjunto, Iñigo Henríquez de Luna, ha definido a Celia Mayer como una "'hooligan' del Patio Maravillas" y ha dicho que la polémica ha dejado a la delegada de Cultura "totalmente desautorizada". El grupo de Ciudadanos también ha indicado que exigirá responsabilidades a Mayer, entre otros motivos por haber encargado "a dedo" a la Cátedra de memoria histórica de la Universidad Complutense la redacción de un plan "tan sensible".
Por su parte, la portavoz socialista, Purificación Causapié, ha tachado de "chapuza" la actuación municipal en materia de memoria histórica y ha pedido "esperar" a que la concejal Celia Mayer comparezca en comisión antes de pronunciarse sobre su dimisión. "Lo de ayer fue sin duda una chapuza", ha recriminado Causapié, cuyo grupo presentó en noviembre la iniciativa para desarrollar un Plan de memoria histórica -que se presentará en abril, al igual que la normativa municipal-, aprobada con el apoyo de Ahora Madrid y Ciudadanos y el voto en contra del PP.