La Fundación de Podemos, el Instituto 25M, tuvo que hacer frente en 2020 a un serio imprevisto. Según la última memoria económica publicada en el portal de transparencia, el centro de pensamiento que dirige el politólogo Juan Carlos Monedero previó durante ese año, el peor de la pandemia, gastar 190.000 en personal. El problema es que al cierre del ejercicio, el vaticino quedó desfasado. La realidad es que el Instituto desembolsó un 70% más de lo calculado, es decir, 324.000 euros.
La Fundación, que aún no ha publicado la memoria del ejercicio 2021, se registró ante notario el 31 de marzo de 2015, un año después de que naciera Podemos, y tiene como objetivos "la promoción y la profundización en los principios democráticos y los derechos humanos en los ámbitos político, económico, social y cultural". Los morados se vanaglorian de ser "el único partido que publica las cuentas al detalle de sus entidades vinculadas, sin obligación legal".
Monedero, cofundador de Podemos, se encuentra al frente del organismo desde verano de 2020. Junto a él, desde septiembre del año pasado, está Pablo Iglesias como presidente honorífico del patronato, cargo por el que fuentes de Podemos precisan que "no cobra ni un euro". Iglesias se dedica en el think tank morado a "tejer alianzas internacionales con partidos de izquierda de todo el mundo”.
“Unidas Podemos es el único partido a la izquierda de la socialdemocracia que gobierna en Europa, así que el partido es un referente. Y el perfil de Iglesias es óptimo para tejer alianzas internacionales con partidos de izquierda de todo el mundo”, detallan fuentes de Podemos.
Vozpópuli preguntó a Monedero cuándo se publicará la memoria económica del último ejercicio (2021), el primer año completo de Monedero a las riendas, pero el director de la Fundación no respondió. Al cierre del ejercicio de 2020, el Instituto 25M contó con 15 trabajadores en plantilla (9 hombres y 6 mujeres). Y la mayoría, 11 personas, eran "técnicos y profesionales científicos de apoyo". En plata: personas vinculadas a la academia y a la investigación.
Dos subvenciones públicas
La mayor fuente de ingresos de la Fundación, según sus cuentas, fueron las subvenciones. El Instituto 25M calculó que, en 2020, entrarían a sus arcas 505.000 euros. Nada más lejos de la realidad. La crisis de la covid-19 fue matadora para el Instituto, que pensó en buscar respaldo económico en las subvenciones del sector público. Los morados creyeron que, por esa vía, obtendrían el grueso del dinero. Hasta 285.000 euros. Pero solo recibieron 65.100 procedentes del Ministerio de Asuntos Exteriores (63.720 euros) y del Departamento de Cultura y Lingüística del Gobierno vasco (1.380 euros).
La propia fundación detalla que la desviación entre lo que tenían previsto ingresar y lo que, finalmente ingresaron, fue "importante". El Instituto se quedó un 23,68% por debajo de su objetivo. Y es que si no llega a ser por "el socio fundador", en referencia a la matriz de Podemos, el barco intelectual morado se hubiera hundido en plena emergencia económica y sanitaria derivada de la covid-19.
Además del partido, la Fundación contó con la ayuda de dos personas que donaron más de 5.000 euros al proyecto. Una de ellas es Cristóbal Gallego, un consejero de Enagás afín a los morados. Su desembarco en el Consejo de Administración de la gasística, en 2020, ya fue polémico y acercó al partido a uno de los comportamientos que más criticaron desde su nacimiento: el de las puertas giratorias.
Como adelantó este diario, Cristóbal Gallego es un experto de confianza de la formación morada y aterrizó en la mesa de gobierno de la compañía del Ibex 35 junto a los exministros socialistas José Blanco y José Montilla. Gallego nunca ocupó un cargo público con Podemos. Pero su incorporación a uno de los consejos más politizados del Ibex contó con el visto bueno del Gobierno de coalición, que es el máximo accionista de la compañía (5%) a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Lo más curioso es que el asesor de Podemos optó hace un año por abstenerse a la hora de aprobar la retribución del consejo de administración de Enagás. Y argumentó que esperaba "tener un mayor conocimiento del sistema retributivo". Eso sí, como contó este diario, el consejero cobró de forma íntegra su salario. Un año completo de remuneración como consejero independiente se eleva hasta los 160.000 euros, que será la cifra que rondó Gallego al cierre de 2021. El otro gran benefactor morado fue Francisco Orozco, que forma parte del cuerpo técnico del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea /Izquierda Verde Nórdica en Bruselas.
