Galicia

Europa toma medidas para evitar nuevos vertidos de pellets como el que afectó a Galicia durante la precampaña electoral

Un nuevo reglamento endurecerá los controles en el transporte de microplásticos y obligará a las empresas a actuar de inmediato si pierden contenedores

  • Pellets en Galicia -

Si algo bueno tuvo el vertido de pellets que afectó a la costa de Galicia a principios de este año es que su alcance mediático fue de tal magnitud que ha impulsado al Parlamento Europeo a acelerar la adopción de medidas con el fin de evitar en lo posible más incidentes de este tipo. De esta forma, la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara acaba de reclamar la adopción de normas mucho más estrictas para prevenir nuevas ‘mareas’ de microplásticos y establecer un protocolo común que obligue a las empresas responsables de la contaminación marítima a actuar de forma inmediata en la limpieza de los vertidos y a asumir los costes de dichos operativos.

El objetivo de esta comisión es lograr las "pérdidas cero" a través de un reglamento cuya futura materialización ha contado con los votos a favor de 71 eurodiputados frente a solo 5 que no apoyaron la propuesta y uno que se abstuvo, según ha informado Europa Press. El plan tiene por objeto garantizar que todos los operadores que manipulan pellets en la UE adopten las medidas preventivas necesarias, con lo que se espera reducir la liberación de gránulos hasta en un 74%, dando lugar a ecosistemas más limpios, contribuyendo a que los ríos y océanos no contengan plástico y reduciendo los posibles riesgos para la salud humana.

Los eurodiputados también quieren mejorar la definición de los pellets de plástico, que se utilizan como materia prima en la fabricación de numerosos productos, para incluir también otros derivados, como cilindros, perlas y escamas, más allá de los gránulos. Las nuevas normas, que quedarán en manos del Parlamento que surja de las próximas elecciones, exigirán que todas las entidades que realicen actividades económicas que impliquen la manipulación de gránulos de plástico se aseguren de evitar pérdidas. Si estas finalmente ocurriesen, serán dichas empresas las responsables de tomar medidas inmediatas para contener y limpiar los microplásticos.

El reglamento también exige a los operadores económicos que establezcan un plan de evaluación de riesgos para cada instalación que manipule anualmente más de 1.000 toneladas de pellets de plástico. La Eurocámara quiere que esta medida se aplique a partir de dos años después de la entrada en vigor del reglamento para las grandes compañías; tres años después para las medianas empresas y cinco años después para las pequeñas.

Asimismo, la comisión de la UE pide que los planes contengan información sobre la cantidad de toneladas de gránulos de plástico manipulados por año y la naturaleza química de cada polímero que contengan. De igual modo, propone que todos los contenedores de almacenamiento y transporte de pellets de plástico estén etiquetados con un pictograma específico e información relacionada con su peligro y su potencial de dañar el medio ambiente.

Otras medidas propuestas por los eurodiputados incluyen que la Comisión publique un informe sobre la posibilidad de introducir la trazabilidad química de los gránulos de plástico; un programa de formación obligatorio para empresas o un formulario específico para el seguimiento de las pérdidas que se cumplimentará después de cada incidente y se comunicará a las autoridades competentes.

Aplauso de los eurodiputados gallegos

Al respecto, el eurodiputado gallego del PP y vicepresidente primero de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, Francisco Millán Mon, ha celebrado que no se haya excluido el transporte marítimo de pellets del ámbito de aplicación del reglamento, como hacía la Comisión Europea en su propuesta, pues solo incluía a los vehículos de carretera, vagones de ferrocarril o buques de navegación interior.

Por su parte, el eurodiputado socialista Nicolás González Casares destaca que los socialistas gallegos apoyan en la Eurocámara el nuevo reglamento que refuerza la prevención y lucha contra los vertidos de pellets y valora que obliga también a los transportistas de fuera de la UE a limpiar las pérdidas.

Por su parte, la eurodiputada del BNG Ana Miranda recuerda que ha presentado diversas iniciativas tanto en la Comisión de Medio Ambiente como en la de Transporte para mejorar la protección de las costas gallegas, ya que "es fundamental que la normativa europea considere los pellets como sustancias contaminantes".

Está previsto que el Parlamento acuerde su posición final durante la sesión plenaria de abril de 2024, por lo que será la nueva Eurocámara la que se ocupará del expediente tras las elecciones europeas de junio.

Los datos que maneja la UE señalan que cada año se ‘pierden’ en Europea la friolera de entre 52.000 y 184.000 toneladas de ‘perdigones’ plásticos, con el consiguiente impacto medioambiental en mares, ríos y otros espacios naturales. Esa cantidad equivale a entre 2.100 y 7.300 camiones llenos de pellets al año. Con las medidas de control reflejadas en el propuesta de reglamentario se espera que estas cifras se reduzcan hasta en un 74% .

Campaña orquestada contra la Xunta de Galicia

El vertido que afectó a Galicia a finales de 2023 y principios de este año procedía del buque Toconao, embarcación que el 8 de diciembre perdió un contenedor de pellets cuando navegaba frente a las costas de Portugal.

Las corrientes marítimas arrastraron parte de ese material hasta varias decenas de playas gallegas y tanto el Gobierno como diversas fuerzas de izquierda aprovecharon esa coyuntura para orquestar una gran campaña contra la Xunta de Galicia, gobernada por el Partido Popular, pocas semanas antes de la celebración de las elecciones autonómicas. Pese a la escasa entidad de la ‘marea blanca’, ya que el contenedor que se soltó del Toconao transportaba apenas 26 toneladas de microplásticos, el incidente tuvo una inusual repercusión mediática debido a las acciones interesadas de los grupos de la oposición y las denuncias llegaron hasta el Parlamento Europeo.

El Gobierno de Pedro Sánchez intentó sacar el mayor provecho político de esta situación para dañar lo más posible la imagen del candidato popular a la presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, pero pronto se descubrió que el Ejecutivo central fue el primer en conocer el origen y el alcance del vertido provocado por el Toconao, pese a lo cual no actuó por desidia o porque no dio importancia al incidente. Rueda, por su parte, siempre mantuvo que el Gobierno tardó muchos días en informar oficialmente a la Xunta de lo ocurrido.

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