La guerra gallega entre administraciones por los pellets ha entrado en bucle. El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha vuelto a reiterar este martes que cuenta con un retén de efectivos para colaborar en la retirada de pellets, pero por tierra, ya que, en su opinión, actuar en las playas es la forma más eficaz de retirar los residuos. Este planteamiento choca frontalmente con lo que opina la Xunta, que solicita al Ejecutivo que centre sus esfuerzos en actuar mar adentro, que es donde tiene competencias exclusivas, y en retirar los sacos de pellets que todavía no han llegado a los arenales. Los envases que ha localizado la Administración en el mar ha evitado, hasta el momento, la llegada a los arenales gallegos de seis millones de pequeñas bolitas blancas cuya recogida es muy compleja y laboriosa al quedar enterradas en la arena.
Pedro Blanco, que se ha reunido con el director general de Salvamento Marítimo para coordinar los operativos que el Gobierno está desplegando con medios aéreos y marítimos en la búsqueda de sacos de pellets en el mar, ha calificado con un suspenso la gestión de la Xunta en esta materia, aunque el Ejecutivo central sigue sin aclarar por qué no actuó de inmediato, o en los días posteriores, en cuanto supo que el buque Tocanao había perdido varios contenedores cuando navegaba a unos ochenta kilómetros de la costa portuguesa, a la altura de Viana do Castelo.
La comunicación de este percance por parte de las autoridades de Portugal tuvo lugar el mismo día del incidente, el pasado 8 de diciembre, y sin embargo el Gobierno no avisó de forma oficial a la Xunta hasta el 3 de enero, si bien en ese punto hay versiones contrapuestas. En todo caso, el Ejecutivo central sí fue el primero en recibir noticias del percance y el 20 de diciembre ya sabía con exactitud que los pellets llegados a la costa de Galicia procedían del Toconao.
Trescientos operarios de la Xunta
Pedro Blanco ha insistido en que el Gobierno ha ofrecido desde el primer momento toda la colaboración y ayuda a la Xunta dentro de la “lealtad institucional", que debe defenderse, y afirma que mantiene un retén efectivo para acometer la limpieza de las playas. Mientras tanto, las autoridades gallegas señalan que la Administración Autonómica ha desplegado a 300 operarios por más de medio centenar de arenales, por lo que la ayuda que necesitan debe centrarse mar adentro, no en los propios arenales.
"Todos coincidiremos en que las cosas se pudieron hacer bastante mejor. Yo creo que, a ojos de los gallegos y gallegas, la gestión de la Xunta es un suspenso y ahora parece que están intentando recuperar la asignatura pendiente", ha dicho Pedro Blanco, para quien lo importante ahora es hacer un frente común contra el vertido. "Por eso el Gobierno de España está a disposición de la Xunta, que es la encargada de gestionar esta emergencia para limpiar las playas, y pone a su disposición todo ese personal que está pendiente de esa llamada", ha señalado Blanco.