Vox ha comenzado la precampaña electoral en Galicia con una guerra interna que no tiene visos de amainar, más bien todo lo contrario, en las escasas cuatro semanas que quedan para las elecciones del 18 de febrero.
El enfado que ha provocado en un sector de la militancia la elección de Álvaro Díaz-Mella como candidato a la presidencia de la Xunta se ha transformado en una verdadera rebelión por parte de quienes consideran, con los datos en la mano, que Vox volverá a darse un ‘leñazo’ de campeonato en la cita con las urnas debido a la desacertada designación del cabeza de lista por la provincia de Pontevedra, que ya tuvo ocasión de comprobar su escaso tirón electoral tanto en los comicios municipales del pasado mes de mayo como en las generales del 23 de julio. En los primeros, el letrado Díaz-Mella fue elegido candidato a la Alcadía de Vigo y no logró obtener representación tras cosechar poco más de 3.500 votos y apenas el 2,7% de las papeletas emitidas, batacazo que volvió a repetirse en las elecciones generales, a las que se presentó como cabeza de lista por la provincia de Pontevedra.
Con este ‘currículum’ tan poco lucido a sus espaldas, los militantes críticos no entienden por qué Santiago Abascal ha vuelto a encomendar al letrado de Vigo la misión de entrar en el Parlamento gallego y consideran que había candidatos mucho más idóneos para afrontar el reto, entre ellos el general de división pontevedrés Antonio Budiño, en la reserva desde 2018. Este grupo ya intentó boicotear el acto de presentación de los candidatos de Vox por las cuatro provincias, celebrado el pasado domingo en Pontevedra, y algunos integrantes llegaron a abuchear a Díaz-Mella en presencia de Santiago Abascal.
Más tarde, los detractores del candidato a la presidencia de la Xunta hicieron llegar al líder nacional del partido un escrito en el que razonaban los motivos de su descontento y declaraban su firme determinación de darse de baja de la formación si Vox, como se temen, vuelve a ‘pinchar’ en su objetivo de conseguir representación en la Cámara autonómica. En ese documento, según ha informado Europa Press, los críticos acusan a Díaz-Mella de llevar varios años "arruinando el partido en Pontevedra como presidente de la gestora provincial" y llegan a hablar de “traiciones”, “incompetencias” y “deslealtades”. Estas acusaciones han sido zanjadas por fuentes del partido con el argumento de que la rebelión interna no es tal y que el número de disconformes es mínimo.
Vox, que ha decidido presentar candidatos por las cuatro provincias gallegas, nunca ha tenido representación en el Parlamento autonómico y a nivel municipal solo cuenta con un edil en el pequeño municipio orensano de Avión. Líderes del PP, entre ellos el propio Núñez Feijóo, han afeado al partido de Abascal su empecinamiento en participar en las elecciones con listas en las cuatro circunscripciones pese a las escasas posibilidades que tiene la formación de ‘arañar’ algún escaño. Esa estrategia, afirman, solo servirá para disgregar el voto conservador y para dar alas a la oposición en un momento muy crítico en el que Alfonso Rueda necesita toda la ayuda posible de cara a revalidar la mayoría absoluta del Partido Popular.
pancho
¡Nombre y apellidos por favor, si quieren ser creíbles!
calimatias
Y toda esta sarta de invenciones para llegar a lo que le interesa al tal Demetrio, transmitir las insidias de Feijóo contra VOX, pero creo que una vez más pinchan en hueso.
Reliable1
...y al ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes que decretó prisión preventiva el día de Reyes, el 6, a 11 sospechosos de cometer actos de vandalismo el 12 de Diciembre en Brasilia. Viene de atrás la cosa.
k. k.
Señor Feijóo, los conservadores votan a Vox. A usted le votan los de centro o los de izquierda templada. Los votos de Vox jamás irán a parar a su partido. Si luego vienen llorando, como la última vez, no le eche la culpa a Vox, es sólo suya. Cuando uno pierde es por su incapacidad para ganar. Aquí, el único partido que ha tenido un descalabro es el PP, que es uno de los mayoritarios y no ha sido capaz de desalojar al peor gobierno de la historia de España. Vox es un partido minoritario que defiende ideas "minoritarias" que a sus votantes nos gustan mucho. No nos gustan las comunidades autónomas porque nos gustan que todos los españoles sean iguales ante la ley y tengan las mismas oportunidades; no nos gustan que maten a nonatos; no nos gusta pagar las operaciones de cambio de sexo con nuestro dinero, especialmente porque la sanidad española está en quiebra. Vox y PP se parecen tanto como PP y PSOE (y subjetivamente, yo veo más parecido entre estos dos partidos). Sigan ustedes demonizando a VOX y yo al final me decantaré por votar al PSOE, es lo que se merecen. Y me da lo mismo uno que otro, la verdad.
Vergilius
¡Ay, Demetrio! Se te ve el plumero. Dale que dale, gota a gota, a ver si conseguimos hundir a la resistencia. Todo sea por una España gobernada por la tibieza mariana.
Fernanda
El enésimo fracaso de la cúpula de Vox cuya organización prefiere a los peores de cada provincia. Luego echarán la culpa de los resultados al PP, los medios de comunicación, etc, etc, etc.
NormaDin
A ver cómo sale Lulo de este lío. Que le vaya bonito.
Lagoenol
Sois una vergüenza, que obsesión para perjudicar a VOX magnificando descontentos anecdóticos que se pueden encontrar en cualquier partido, en todos los partidos, cuando alguien que espera estar en un puesto de salida, no lo está, con frecuencia se vuelve crítico. La cuestión es por qué hay que votar al PP, por qué son más guapos, porque en la realidad, como está pasando en Baleares, incumplen los acuerdos con VOX que garantizaban la libre elección de lengua en la enseñanza, incluso desacatan sentencias del Supremo y se niegan a garantizar que se imparta al menos el 25 por ciento en español como están demandando varias familias en Baleares. Eso es exactamente lo que hacen los separatistas del gobierno catalán y lo critican, pero el PP lo hace también.