El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León y dirigente de Vox, Juan García-Gallardo, ha defendido la "buena fe" de la Iglesia Católica al apoyar la regularización de 500.000 inmigrantes, pero ha añadido que lo que no puede hacer es favorecer el "efecto llamada" que está "provocando tantas y tantas muertes" en el mar.
En una entrevista con la Agencia EFE, preguntado por su posición como reconocido católico y a la vez defensor de las posturas de Vox en materia de inmigración ante la defensa de la Iglesia Católica de la regularización, García-Gallardo ha remarcado que "la doctrina de la Iglesia hay que leerla en su conjunto".
En este sentido, ha indicado que "la tradición de la Iglesia y los distintos papas siempre, sobre todo, es el derecho a no tener que emigrar, o sea, el derecho de una persona a poder permanecer, a tener un arraigo, a quedarse, a vivir en su casa, con su familia, en su patria, en su hogar".
García-Gallardo ha añadido que la Iglesia ha defendido "siempre" el "derecho de todas las naciones a regular los flujos migratorios", desde "Santo Tomás de Aquino", junto al "deber que tiene el que emigra de adaptarse y de respetar las leyes y costumbres locales".
Desde el punto de vista político, ha añadido que él ha entrado en política para "defender la dignidad de todo ser humano", en referencia a su oposición al aborto, pero también de un "trabajador asalariado que vive en las condiciones precarias en la fábrica, de una madre de familia que vive con temor que sus hijos no puedan caminar con tranquilidad por la calle".
