Es habitual en las grandes ciudades, a ciertas horas del día, ver a repartidores de Glovo -o riders- esperar en masa frente a los restaurantes más céntricos. Los locales encuentran en este tipo de servicios una manera de aumentar su facturación sin necesidad de contar con sus propios repartidores ni aumentar el espacio en sala.
Hasta ahora, la plataforma pagaba a los riders por ese tiempo esperaban a que el pedido saliese de cocina para proceder a entregarlo al cliente. Pero la compañía española ha decidido dejar de hacerlo.
Así lo han sabido los riders a través de un comunicado de la empresa en el que alerta que "dado que no es necesario tener la ubicación activa durante la entrega, se va a eliminar la compensación por el tiempo de espera en los pedidos".
El sindicato Riders x Derechos ha publicado el mensaje en su cuenta de Twitter y ha denunciado duramente esta decisión, que aseguran que "significa que trabajaremos gratis".
Sin "previsión ni negociación"
El rider y delegado sindical de UGT en Glovo, Fernando García, explica a Vozpópuli que la notificación les llegó el martes 12 en un email "al 95% de repartidores que siguen en el modelo viejo de falsos autónomos", pues solo el 5% del total de la plantilla es contratada en España, a quienes no afecta esta medida.
La conocida como 'Ley rider' en España, diseñada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, establece que los trabajadores de plataformas como Glovo no son autónomos, sino trabajadores por cuenta ajena, pero la empresa ha conseguido esquivar la legislación. De hecho, Trabajo ya ha multado en varias ocasiones con importes millonarios a la compañía por contar con falsos autónomos.
Sobre a partir de cuándo los riders dejarán de cobrar por esperar los pedidos, García denuncia que "en el comunicado no pone fecha de entrada en vigor, pero que "estas cosas las mandan y ya están implementadas. No hay previsión ni negociación".
García explica que el tiempo de espera en un restaurante puede variar entre que no exista, si el pedido ya está preparado cuando llega el rider, y hasta una hora o más en las peores ocasiones. "Cuando el restaurante se satura porque tiene muchas órdenes, los pedidos salen cuando salen", argumenta, por lo que la entrega se retrasa.
Hasta ahora, Glovo pagaba 3 euros por cada hora de espera -5 céntimos por minuto-, algo que García califica de "miseria". Y aunque es difícil cuantificar el porcentaje de la ganancia total del rider que suponía el tiempo de espera en un pedido, García sí explica que "cuando llueve o hay partido, se satura el restaurante y entonces ahí todos los pedidos pueden tener tiempo de espera".
"En las pocas horas buenas a la semana, te comes los tiempos de espera ahora cobrando cero y antes tres euros", se queja el trabajador.
Una decisión legal
En el comunicado, Glovo se escuda en el hecho de que "no es necesario" que los riders activen la localización durante los pedidos, por lo que la compañía no podría saber cuánto tiempo de espera existe en un pedido, haciendo imposible su remuneración.
Sin embargo, García lo desmiente: "Es absurdo, porque para que te asignen pedidos tienes que tener el GPS encendido". Además, la localización sirve para que tanto el restaurante como el cliente sepa cómo avanza su pedido y cuánto tiempo le queda para la entrega, una información que sigue apareciendo en la app.
El comunicado especifica que rechazar pedidos tanto nuevos como en curso no penaliza a la oferta de nuevos pedidos, algo que García también desmiente. "Siempre ha penalizado, lo que pasa es que mienten". Los riders que rechazan pedidos sufren que la plataforma no les ofrezca nuevas entregas durante un periodo de tiempo que puede variar.
García explica que la decisión se basa en un aspecto legal, pues "finalmente se ha llegado a un acuerdo sobre la directiva europea de plataformas digitales", y que afecta, según un comunicado del Gobierno de España, "sobre todo" a aquellos trabajadores considerados hasta ahora "erróneamente como autónomos", como es el caso de los riders.
Cinco criterios de laboralidad
"Esta propuesta, que se ha inspirado en la Ley Rider española, supone un gran avance para las mujeres y los hombres que trabajan en plataformas digitales", ha destacado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
García explica que ahora "se ha decidido es que se van a poner cinco criterios de laboralidad y si la compañía cumple la plataforma digital la cumple dos, se considera empleado al trabajador y si cumple solo uno, no".
Si se da la circunstancia de que la plataforma es la que determina la remuneración o el desempeño de la actividad profesional, los trabajadores se considerarán por cuenta ajena y no autónomos. En el caso de Glovo, al no hacer "obligatorio" tener la localización activada y dejar de remunerar en consecuencia los tiempos de espera, podrían eludir estas condiciones.
García asegura que "van a coger los cinco criterios y van a ajustar un poco la operativa e intentar cumplir solo uno". Aunque, en su opinión, "los cumplen todos o casi todos".
Aquiles
Multazo y denuncia ...al canto , le va a sir muy caro...