Frente a las críticas al dispositivo policial desplegado en Cataluña para enfrentar los disturbios desatados desde la publicación de la sentencia contra los líderes del 'procés', el Ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha rebajado este domingo a "problemas estrictamente de orden público" los actos vividos en Barcelona y otras ciudades de Cataluña.
"Los disturbios van a menos, pero nosotros seguimos avanzando en nuestro plan de anularlos", ha asegurado en una comparecencia ante los medios después de reunirse en Moncloa, junto al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con el Comité de seguimiento de la situación en Cataluña.
Durante su intervención, el ministro del Interior ha defendido durante varias ocasiones en su intervención que los disturbios violentos vividos desde el lunes en Cataluña son "problemas de orden público como los que viven otras democracias de nuestro entorno". Esto, a pesar de informar al mismo tiempo que las manifestaciones de radicales separatistas en la última semana han dejado 268 agentes heridos, 268 vehículos de las fuerzas de seguridad dañados y 154 detenidos, de los cuales 18 han ingresado ya en prisión.
"Se trata estrictamente de un problema de orden público y la respuesta que estamos dando es la respuesta que da un Estado social y de derecho", ha señalado para defender la "actuación legítima de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".
Niega falta de medios policiales
Asimismo, Grande-Marlaska ha negado haber recibido las quejas que los sindicatos policiales han hecho públicas en los últimos días sobre la falta de medios materiales y humanos en el dispositivo desplegado en Cataluña.
"Nunca se me ha trasladado el problema ni de medios personales ni de medios materiales. No ha habido ningún problema respecto a esa cuestión. En todo momento han sido los suficientes y necesarios para atender la violencia", ha indicado.
Mensaje a Torra
El ministro del Interior no ha querido confirmar ni desmentir la nueva llamada efectuada este domingo por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, a quien Sánchez ha vuelto a negarse a coger el teléfono. Pero ha vuelto a exponer públicamente las exigencias del Gobierno a Torra si quiere que haya comunicación.
"El presidente ha sido muy contundente: espera una condena efectiva y directa de Torra y del gobierno catalán respecto a la violencia. Y aparte de esa condena, su reconocimiento y solidaridad con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", ha indicado Marlaska, quien ha precisado que esa condena debe ser "firme, rotunda, sin matices ni equidistancias".