Los centros de Salud no han recibido un solo euro del Gobierno central, pese a anunciarse un presupuesto "histórico" para este año. Así consta en el último informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), correspondiente a agosto. El Gobierno se jactó el pasado año de destinar una cifra récord para la Atención Primaria, pilar básico de nuestro sistema sanitario público. Más de medio año después, aquella ambiciosa promesa sigue siendo solo eso, una promesa.
El Ejecutivo cuenta con dos partidas para este ámbito sanitario en sus Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este 2023. La más cuantiosa es la correspondiente a 'infraestructuras y equipamientos en Atención Primaria y Comunitaria', dotada de 491 millones de euros. A mayores, el Gobierno cuenta con una partida para desarrollar las Estrategias en Atención Primaria y en Salud Mental pactadas con las comunidades autónomas que cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros. En total, el Gobierno de Pedro Sánchez prometió ayudar a las CCAA con 591 millones de euros para reforzar sus ambulatorios y centros sanitarios, que siguen arrastrando importantes problemas desde la pandemia.
De toda esta cantidad apalabrada, no se ha concedido un solo euro a los gobiernos autonómicos, quienes tienen la competencia en materia sanitaria. Vozpópuli ha pedido explicaciones al Ministerio de Sanidad sobre esta situación y desde la cartera que dirige José Miñones han mantenido silencio.
Solo con buenas intenciones no se sostiene la red de Atención Primaria de nuestro país. La escasez de personal y la falta de medios están provocando un colapso cada vez mayor en todo el país. Una situación que empeora en esta época del año con la llegada de la gripe y picos de coronavirus. El año pasado, la Comunidad de Madrid llegaba a dar cita con el médico de Familia más de una semana después en algunas zonas de la capital. La especialidad de Medicina de Familia resulta cada vez menos atractiva por sus peores condiciones salariales y laborales en comparación con otras áreas médicas (Dermatología, Cirugía Estética, Cardiología, etc.), lo que hace que decenas de plazas MIR queden desiertas cada año.
A pesar de ello, el Ministerio de Sanidad sigue incrementando las plazas MIR y las plazas médicas año a año sin atajar el problema de fondo, que es la incapacidad de nuestro país de retener el talento sanitario. El problema irá a mayores los próximos años si no se le pone solución, ya que el envejecimiento de la población es imparable.
Pese a las necesidades de la Atención Primaria, el Gobierno de Sánchez presupuestó más del doble de dinero en 2023 para la compra de vacunas contra la covid-19, aunque la pandemia esté bajo control. Una decisión presupuestaria fallida, como han venido a demostrar los hechos. Este año. el Ministerio de Sanidad ha gastado más de 336 millones de euros en dosis contra la covid-19 pese a haber administrado solo 1,5 millones, como adelantó este periódico. Mientras tanto, más de 30 millones de vacunas se han tirado a la basura, lo que ha supuesto perder cerca de 700 millones de euros de inversión.
El sector sanitario exige más financiación
En el sector sanitario empiezan a cansarse de que la sanidad sea el eslogan favorito de los partidos políticos en campaña electoral, pero sus promesas no lleguen a materializarse. El PSOE ha mentido sobre el porcentaje de PIB que el país iba a destinar a gasto sanitario. España es uno de los países de la Unión Europea que menos gasta en sanidad en relación con su Producto Interior Bruto (PIB). Pedro Sánchez prometió en su pacto con Podemos, allá en 2019, conducir a España a un gasto del 7% de su PIB en sanidad para 2023. Sin embargo, en su Plan Presupuestario para 2024 prevé un gasto sanitario para nuestro país del 6,7% del PIB.
Por si fuera poco, el Gobierno de Pedro Sánchez confesó a la Unión Europea en el programa de estabilización que ha presentado en Europa para los años 2023-2026 que España gastará lo mismo en sanidad ahora que en 2050. Además, en dicho programa prometían un gasto del 7% del PIB en sanidad ya en 2023, cosa que no se ha cumplido.