La Delegación del Gobierno en Ceuta ha informado esta noche que el número de inmigrantes marroquíes que ha conseguido entrar ilegalmente en la ciudad a lo largo de la jornada asciende ya a 5.000 personas.
Fuentes gubernativas han informado a Efe que el recuento que se está realizando indica que unos 1.500 de ellos pueden ser menores de edad, a la espera de que se practiquen las pruebas pertinentes para determinar este alcance.
La mayor cantidad de entradas se ha registrado entre las 16.30 horas y las 19.00 horas cuando estas personas han accedido bordeando el espigón fronterizo de la playa del Tarajal.
La Comandancia General de Ceuta ha ofrecido por la tarde 300 literas militares para acoger en las naves de los polígonos comerciales del Tarajal, en su inmensa mayoría vacías desde el cierre de la frontera el 13 de marzo de 2020 por la pandemia, a los recién llegados, que están siendo sometidos a pruebas de covid-19.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han dicho a Efe que este dato evidencia que se ha tratado de una de las jornadas migratorias más críticas a las que se ha enfrentado Ceuta en los últimos años.
Los inmigrantes han desbordado incluso la capacidad de acogida de la nave industrial del Tarajal, donde tienen que guardar la cuarentena por la covid-19, que estaba preparada para albergar a unas 200 personas.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha exigido este lunes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que garantice "de inmediato" la integridad de la frontera española en Ceuta ante la crisis migratoria que sufre la ciudad autónoma y coordine con Marruecos la devolución de inmigrantes.
Las primeras entradas se han producido sobre las dos de la madrugada por el espigón fronterizo norte de Benzú, por donde lograron pasar un centenar de personas, la mayoría bordeando el espigón, algo que se ha ido repitiendo a lo largo de toda la jornada.
La Guardia Civil y la Cruz Roja se han visto desbordadas para atender a los que han ido llegando e incluso un portavoz del instituto armado ha señalado que han salvado la vida de por lo menos cuatro inmigrantes que estaban a punto de morir ahogados, entre ellos una niña de unos diez años.
Las escenas de personas entrando a la carrera por las dos fronteras o bien a nado se han sucedido a lo largo del mediodía y primeras horas de la tarde, ante la imposibilidad de la Guardia Civil de poder hacerles frente.
Refuerzo de efectivos
Ante la incesante llegada de inmigrantes a territorio español, el Ministerio del Interior ha acordado reforzar el número de efectivos de la zona. En concreto, un total de 50 miembros del cuerpo de la Guardia Civil y 150 policías nacionales policías nacionales de la Unidades de Intervención Policial (UIP)y personal de Científica y de Extranjería y Fronteras cubrirán los lugares más susceptibles de paso en Ceuta.
Esta medida ha sido acordada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una reunión que ha mantenido esta misma tarde con el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea; el director general de la Policía, Francisco Pardo; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; y la directora general de Relaciones Internacionales y Extranjería del Ministerio, Elena Garzón.
Asimismo, desde este ministerio han querido recordar que "las autoridades españolas y marroquíes acordaron recientemente devolución a Marruecos de los ciudadanos de ese país que accediesen a nado, en un procedimiento pactado por ambos Estados".
"Efecto llamada"
Fuentes policiales han informado a Efe de que se ha producido un "efecto llamada" que ha provocado que centenares de personas se encuentren en estos momentos en la población marroquí de Castillejos -distante unos dos kilómetros de la frontera ceutí-, a la espera de poder entrar en la ciudad española.
"Lo peor puede estar por llegar", ha comentado a Efe un agente.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado a Efe de que unos 300 de estos inmigrantes pueden ser menores de edad, a la espera de que las pruebas osométricas lo confirmen.
En el caso de ser menores pasarían a estar tutelados por el Gobierno ceutí, sin posibilidad de ser devueltos a Marruecos, como sí podría ocurrir en el caso de los adultos.