El secretario de Industria y Pyme, Raúl Blanco, ha advertido hoy a Nissan de que cerrar su planta de Barcelona le costará más de 1.000 millones de euros, frente a los 300 millones que requeriría garantizar su futuro, así como encontrarse con una actitud "nada pacífica" por parte de las administraciones implicadas.
"Cerrar Barcelona no va resolver sus problemas globales sino complicarlos (...) y tiene que tener claro que no le va salir más barato de los 1.000 millones", ha afirmado Blanco en un encuentro virtual con la prensa, aunque ha añadido, no obstante, que el Gobierno central, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona seguirán apostando por la planta aunque Nissan anuncie su cierre.