Portugal tiene desde hace días el corazón en un puño por cinco fugitivos que se escaparon de una cárcel de alta seguridad cerca de Lisboa. Las autoridades del país han solicitado colaboración a la Guardia Civil y a la Policía Nacional para que estrechen la vigilancia en la frontera de España. Primero fue en la zona de Galicia pero también se ha ampliado a Huelva, según informan fuentes del Instituto Armado a Vozpópuli.
Los cinco fugitivos son narcotraficantes violentos que no dudarán en arrasar con todo lo que encuentren a su paso para mantenerse en libertado. Son dos portugueses, un argentino, un británico y un georgiano que cumplían penas de 7 a 25 años de cárcel. A sus espaldas tenían los delitos de tráfico de drogas, asociación criminal, blanqueo de capitales, robo, rapto, extorsión y secuestro.
La búsqueda incesante de estos delincuentes sigue sin parar desde la mañana del sábado cuando se fugaron con ayuda externa de la prisión de Vale de Judeus, ubicada en Alcoentre, a unos 70 kilómetros al norte de Lisboa. El nombre de los fugitivos es el siguiente: Fernando Ribeiro Ferreira (de 61 años de edad), Rodolf José Lohrmann (59), Mark Cameron Roscaleer (39), Fábio Fernandes Santos Loureiro (40) y Shergili Farjiani (33).
Los coches de la huida de los fugitivos
Esta alerta de los delincuentes ha sido enviada a los Centros de Cooperación Policial y Aduanera (CCPA) en Tui, Badajoz, Salamanca, Huelva y Zamora. La última comunicación de información a sus homólogos españoles es del pasado 8 de septiembre. Los responsables fueron los agentes de la Unidad Nacional Contra el Terrorismo (UNCT) de la Policía Judicial de Portugal.
"Se constató que estaban involucrados vehículos de la marca Mercedes-Benz, en color oscuro, y, posiblemente, marca Volvo en color negro", según la notificación a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Los agentes españoles estrechan la vigilancia en toda la frontera con Portugal para que no sea cruzada por estos delincuentes.
El aviso de los coches y los colores no viene precedido de matrícula porque se sospecha que han podido cambiar las placas de los vehículos. Y es que estos fugitivos cuentan con un gran apoyo logístico gracias a sus actuaciones delictivas. Las autoridades lusas creen que hay al menos tres personas que colaboraron en su plan.
Por el momento no se han recogido indicios de que este grupo se encuentre en nuestro país y por lo tanto de que haya podido cruzar la frontera. Especialistas en cazar a este tipo de fugitivos afirman que la "lógica" invita a pensar que estos delincuentes se encuentren escondidos en territorio luso con un perfil bajo.
Se sospecha que no han entrado en España
Una de las claves es el ruido mediático y la gran alarma que ha generado su huida en Portugal. Sus rostros están cada día en los espacios informativos del país y las autoridades no dejarán que se marchen. Van a esperar un tiempo hasta que baje "soufflé", pronostican fuentes policiales a Vozpópuli.
El gran temor de los funcionarios españoles es que busquen entrar en nuestro país para viajar a esconderse en Marruecos. Por ello, sospechan que en caso de acceder a España la entrada se llevaría a cabo por el Sur, en concreto por Andalucía.
Sobre el suceso del pasado sábado, que se produjo a las 9:30 horas, el director general de Servicios Penitenciarios portugués admitió un grave fallo de seguridad al producirse esta fuga en una cárcel, supuestamente, de alta vigilancia. Esta prisión, en la que hay 507 reclusos, tiene 50 puestos de vigilancia de los que solo estarían funcionando 33. Los fugitivos salieron 'tan tranquilos' por una escalera que les proporcionaron desde el exterior.