El guardia civil del grupo de cinco sevillanos autodenominado ‘La Manada’ sigue siendo miembro del Instituto Armado a pesar de haber sido condenado a nueve años de cárcel por abuso sexual. No se le puede expulsar del Cuerpo hasta que su condena sea firme. No obstante, fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil informan de que su intención es que el condenado no se reincorpore a su destino anterior al arresto ni a ningún otro una vez abone los 6.000 euros de fianza fijados por el tribunal para eludir la prisión.
Las mismas fuentes avanzan que se le mantendrá en la situación de suspensión de funciones en la que ya se encontraba, lo que no implica la pérdida de sueldo. Según admiten desde la Guardia Civil, sigue percibiendo un porcentaje importante de su salario como guardia civil.
Conocido como ‘Anto’ entre su grupo de amigos, ha pasado casi dos años de prisión provisional en la cárcel de Alcalá Meco (Madrid), que cuenta con un módulo específico para miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En ese centro penitenciario ha permanecido también el militar del grupo. Una de las medidas cautelares impuestas por el tribunal a su salida de prisión es la prohibición de permanecer en la Comunidad de Madrid de donde es la víctima de la que abusaron.
Expediente sancionador
Cuando fue detenido junto a sus amigos el 7 de julio de 2016, la Guardia Civil abrió un expediente sancionador contra este agente del Cuerpo, que quedó en suspenso a la espera del desarrollo de la investigación judicial que se seguía en Pamplona por un presunto caso de violación. Por Ley, el régimen sancionador de las fuerzas de seguridad del Estado debe esperar a la acción de la Justicia ordinaria.
Las fuentes oficiales de la Guardia Civil consultadas por este periódico explican que, una vez sea firme su sentencia, ya sí se podrá continuar con el expediente sancionador y, en su caso, expulsarle de la Guardia Civil definitivamente. Los abogados de la defensa del grupo de cinco sevillanos recurrirán la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) y en su caso el Tribunal Supremo. Eso significa que no habrá sentencia firme sobre este caso durante meses, previsiblemente no antes de que acabe el año.
Pozoblanco
El condenado negaba ser un violador y acusaba a la joven de haber mentido en su denuncia por medio de una carta difundida hace semanas a través de una web que días antes había difundido la foto de la víctima. “Tras 22 meses en prisión y todo lo acontecido, he decidido romper mi silencio. Soy Antonio Manuel, un miembro de la ya conocida Manada”, arrancaba la misiva del guardia civil en la que daba las gracias a todos los que les apoyan, “en especial a la gente de forocoches y burbuja.info”.
El agente se encontraba destinado en Pozoblanco (Córdoba) en mayo de 2016, dos meses antes de los hechos de Pamplona. Coincidiendo con las fiestas de una localidad cercana, tres de los cinco condenados fueron a visitarle para tener una noche de fiesta. El grupo grabó un vídeo con su móvil del trayecto de vuelta a casa en coche en el que se les ve a todos ellos tocando los senos de una joven que se encuentra en estado de aparente inconsciencia en el asiento de atrás. Por estos hechos también se encuentran investigados en un Juzgado local por un presunto delito de abuso sexual.