El goteo de acercamientos de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco y Navarra también está desatando las hostilidades entre los propios reclusos de la banda terrorista. El colectivo Amnistia Ta Askatasuna (ATA) está lanzando severas críticas contra los reos que se acogen a beneficios penitenciarios. A juicio de este colectivo al que pertenece entre otros el etarra Iñaki Bilbao, alias Txikito, que acaba de terminar una huelga de hambre, quienes dan este paso ceden "al chantaje" del Gobierno.
Sin ir más lejos, este mismo viernes este grupo que aglutina a los más radicales de la izquierda abertzale y que considera a Sortu y Bildu como traidores a la causa publicaba un comunicado donde denunciaba que dos de sus miembros recién detenidos serán trasladados a cárceles madrileñas. El texto, gráficamente titulado "Unos hacia aquí y otros a España", se quejaba amargamente de lo que sucede con estos dos detenidos. Y lo contraponía con quienes están siendo acercados. "Eso es lo que el gobierno del PSOE ofrece a una parte de Euskal Herria si no se doblega ante sus chantajes".
Ese término, "chantaje", también aparece en otro reciente comunicado de ATA. Fechado el 21 de noviembre, este manifiesto resume las "bases ideológicas del Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión". En el último párrafo ATA dice reafirmarse en que "defenderemos políticamente a los y las militantes que no renuncien a su carácter político; que no se plieguen a los dictados chantajistas de la política penitenciaria del enemigo", entre otras cosas.
'Txikito' versus 'Kantauri'
Es obvio que con estos términos ATA se refiere a los presos de ETA que sí están aceptando ser acercados a cambio de expresar su rechazo al terrorismo y de admitir el daño causado a las víctimas. De hecho, el primero de los textos parece una respuesta a la noticia sobre el último grupo de reclusos que acercó el Ministerio del Interior.
De hecho, en ese grupo de terroristas acercados estaba el ex jefe militar de la banda José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, que, según remarcó Instituciones Penitenciarias, "ha aceptado la legalidad penitenciaria y ha remitido escritos en los que renuncia a la violencia y lamenta y reconoce su responsabilidad en el dolor causado a las víctimas".
Las tensiones entre esa disidencia que encabeza ATA y los partidos Sortu y Bildu empiezan a ser costumbre. Un par de semanas atrás el partido heredero de Batasuna lanzó un comunicado donde cuestionaba la citada huelga de hambre de Txikito, que es algo así como el principal icono de estos radicales. La batalla es más encarnizada de lo que parece. Como informaba hace un año este diario, la pelea está sobre todo en los movimientos juveniles de la izquierda abertzale, donde cada vez más se posicionan con el sector más duro.
ATA y las pintadas
Este penúltimo enfrentamiento entre ambas partes de la izquierda abertzale tiene que ver también con la reciente detención de dos miembros de ATA. Se trata de Valentina Morisolli y Gaizka Astorkizaga, ex preso de ETA, que han ingresado en prisión acusados de realizar actos de sabotaje y pintadas en sedes de partidos políticos. Presuntamente ambos participaron en el rebrote violento que se produjo a raíz de la huelga de hambre de Patxi Ruiz, otro preso etarra que se alinea con las tesis de ATA frente a Bildu y Sortu.
En esa campaña de kale borroka también se registraron el ataque al domicilio familiar de la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, el ataque un autobús y la quema de un cajero de una entidad bancaria, además de las citadas pintadas en sedes de partidos políticos. En esa línea, durante las últimas semanas en numerosas localidades vascas se han multiplicado las pintadas o carteles a favor del citado etarra Iñaki Bilbao.