Nadie se libra de ser parado por la Benemérita. A las 5 de la tarde del pasado 7 de agosto, una lancha de la Guardia Civil percibió que había una serie de motos de agua y lanchas cerca de Punta Almina, en aguas de Ceuta. Como esta clase de lanchas se suelen emplear en repartos exprés de droga, la sospecha de que pudiesen estar haciendo algo ilegal no era infundada.
Continuaba la identificación cuando apareció un hombre corpulento con gorro y gafas, que inquirió a los agentes: “¿No saben quién soy?" Éstos dijeron que no. Ante la estupefacción de los mismos, el hombre se retiró lo que dificultaba su identificación y ante ellos, apareció el mismísimo rey de Marruecos, Mohamed VI, según informa el diario ‘El Mundo’.
Los agentes se retiraron de inmediato
La sorpresa fue doble. Por un lado, Mohamed VI, había informado a las autoridades que se encontraba en la zona, y por otro, los agentes de la Guardia Civil, a quienes la delegación de gobierno de Ceuta no les transmitió dicha información porque la desconocía. Nadie se la había comunicado.
El propio monarca alauí llamó al rey Felipe VI para informarle del incidente. Todo tuvo lugar cinco días antes de la llegada masiva de inmigrantes subsaharianos. El teniente coronel Andrés López, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, una hora y media después del abordaje, se dirigió personalmente al lugar de los hechos para pedir disculpas al rey Mohamed VI, que aceptó cordialmente y se despidió saludando con la mano . Dijo también que los agentes de la Guardia Civil hicieron su trabajo correctamente y que “si son sancionados vamos a tener problemas”.
Según el ministerio de Exteriores, la relación con la Casa Real marroquí es “fluida”. El incidente no había trascendido hasta ahora.