Contra las cuerdas y por partida doble. La vista por la extradición de Hervé Falciani, el informático francoitaliano que reveló la identidad de miles de evasores del mundo que guardaban su dinero en el HSBC de Ginebra, ha puesto contra las cuerdas a la entidad financiera para la que trabajaba... y no sólo por los datos sacados a la luz. La fiscal de la Audiencia Nacional que intervino ayer en la misma no sólo defendió que Falciani no fuera extraditado a Suiza, sino que abrió las puertas de par en par para que sus colegas de Anticorrupción inicien contra la entidad financiera una investigación sobre la actividad del banco como supuesto colaborador en el blanqueo de dinero. La representante del Ministerio Público puso como ejemplo a seguir a sus colegas de Nueva York, que ya han pedido responsabilidades al HSBC por "la falta de sistemas de control de operaciones de blanqueo con Argentina y México". Poco antes, la fiscal había llegado a calificar a la entidad financiera de "un paraíso fiscal" por si sola.
La Fiscalía recordó durante la vista la extraña actitud que había mantenido el HSBC en el 'caso Falciani', contra el que no se querelló hasta que empezó a colaborar con la Justicia francesa
La representante del Ministerio Público pronunció estas palabras durante la exposición del informe con el que se opuso a la entrega de Falciani a las autoridades de Berna. Dolores Delgado estaba siendo especialmente cauta en sus referencias a las autoridades suizas, cuando lanzó una verdadera andanada contra la entidad bancaria. Así, recordó que hacía sólo unos meses, en diciembre de 2012, la Justicia de EEUU había decidido actuar contra la entidad, y llamó la atención del tribunal sobre la llamativa actitud del mayor banco del mundo desde que se conoció la existencia de Falciani y su lista. La representante de la Fiscalía recordó que cuando se conoció que uno de sus empleados había copiado desde sus archivos datos de 130.000 evasores, el banco no actuó y que, de hecho, no presentó la primera querella contra él hasta marzo de 2009, más de un año después del supuesto robo. El detonante fue la decisión de su extrabajador de colaborar con la Justicia francesa.
La Fiscalía, que insistió en que no se puede castigar a aquellos que denuncian las irregularidades financieras, en referencia a Falciani, exigió "transparencia" al sistema financiero y recalcó que fraudes como el destapado por el informático francoitaliano habían "contribuido" a agravar la actual crisis. En este línea, el ministerio público recordó que el exempleado del HSBC estaba actualmente colaborando con sus colegas de la Fiscalía Anticorrupción y que si aún no se habían visto los resultados directos de la misma era precisamente porque ésta era muy reciente. En concreto, de septiembre de 2012, cuando el francoitaliano estaba encarcelado en la prisión de Valdemoro (Madrid) y recibió la visita de los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía.
El antecedente de la 'Operación Emperador'
Poco después, era el propio abogado defensor de Falciani, Joan Garcés, quien volvía a cargar contra el HSBC. También él recordó las recientes actuaciones de la Justicia de EEUU contra la entidad financiera motivadas, precisamente, por la información aportada por su cliente. Garcés señaló que el banco había sido acusado en Nueva York de cuatro delitos por "no aplicar de manera eficaz un sistema de control del blanqueo" entre 2006 y 2010. Según detalló, eso había permitido al narcotráfico lavar nada menos que 881 millones de euros, lo que le había supuesta a la entidad recibir una sanción de 2.796 millones de euros. Una multa "estratrósférica", destacó, que la entidad ni se había molestado en recurrir. El abogado incluso mostró su convenimiento de que si EEUU no había llegado a inculpar aún a ningún directivo del HSBC había sido "para no poner en peligro el sistema financiero mundial" no porque no hubiera indicios contra ellos.
El abogado francés del informático aseguró que la orden de extradición emitida por las autoridades de Berna parecía "dictada por el HSBC"
Al término de la vista, el abogado francés de Falciani, William Bourdon, también cargó duramente contra el banco helvético en una conversación con este diario. Bourdon acusó a la entidad de haber sometido a su cliente a "una persecución medieval" y llegó a asegurar que la orden de extradición emitida por las autoridades de Berna parecía incluso "dictada por el HSBC". El letrado, que compartió estrado junto a su colega Joan Garcés durante la vista, recordó que la entidad había lanzado durante estos años "rumores infames" contra su exempleado, en concreto, sobre el supuesto intento de éste de enriquecerse con los datos que había copiado. Bourdon, que criticó a París y Madrid por no haber hecho más en la lucha contra el fraude pese a tener los datos facilitados por Falciani, insistió en que el oscuro papel de la entidad financiera iba "poco a poco destapándose".
De este modo, el considerado mayor banco mundo se había visto salpicado por segunda en España en temas de lavado de dinero en el plazo de sólo unos meses. La anterior fue en la Operación Emperador, el golpe que desmanteló una supuesta trama de evasión y blanqueo en la que participaban destacados empresarios chinos afincados en nuestro país. Entonces, la investigaciones policiales señalaron a un destacado trabajador del banco en Ginebra, Marc Pérez, como uno de los peones claves de la trama- Presuntamente se encargaba de los movimientos trasnacionales del dinero de los defraudadores radicados en España. La Fiscalía Anticorrupción, la misma que trabaja ahora con Falciani, pidió entonces al juez encargado del caso, Fernando Andreu, que investigase si las entidades bancarias a través de las cuales operó la mafia china, incluido el HSBC, habían adoptado las precauciones que exige la ley para prevenir el blanqueo de capitales.