Guillermo 'Willy' Valadés ha dado de qué hablar estos días. El periodista deportivo de 'Cope', ahora confirmado que se trata de uno de esos casos de falsos enfermos, ha despertado la polémica por un presunto timo a sus compañeros con el tratamiento de un cáncer, "muy avanzado" y de tratamiento "urgente", decía. Varios de sus compañeros (Manolo Lama, Paco González o Pepe Domingo Castaño, entre ellos) se ofrecieron a costear el tratamiento, que ascendía a 10.000 euros semanales. Cinco meses después de que informara de su enfermedad, no ha presentado ninguna prueba que avale que está siendo sometido al citado tratamiento, haciendo pensar a sus compañeros que se trata de una estafa.
Recuerda mucho este caso al de otros falsos enfermos, como el de Paco Sanz, el 'hombre de los 2.000 tumores', o el del padre de Nadia, la niña que supuestamente tenía una enfermedad rara que iba a provocar su muerte de manera "inminente". En ambos casos, los estafadores consiguieron, a base de discursos lacrimógenos, sacar grandes cantidades de dinero. El primero 264.780 euros; el segundo, más de 400.000. ¿Qué ha sido de ellos?
Para poner en contexto, Francisco José Sanz González de Martos, (Valencia, 1970), popularmente conocido como Paco Sanz, 'el hombre de los 2.000 tumores', fue condenado por estafa por obtener grandes cantidades de dinero entre 2009 y marzo de 2017 al pedir donaciones tras declarar que estaba al borde de la muerte a causa del síndrome de Cowden.
Cierto es que le detectaron tal enfermedad, pero en absoluto tan mortal como él aseguraba. Tras aparecer en el programa de televisión 'Gente', pasó de medio en medio contando su historia y consiguió convencer de su drama a actores y periodistas como Santiago Segura, Dani Mateo, Santi Rodríguez, José Mota, Carlos Herrera, Isabel Gemio o AuronPlay. Así, llegó a estafar a 8.000 personas y recaudó unos 250.000 que no se usaron en ningún caso para luchar contra su enfermedad.
Por su parte, el caso de Nadia es similar, pero en esta ocasión, no fue ella la que se autoconvirtió en víctima, sino que fueron sus padres los que la victimizaron. La estafa reventó en 2016, cuando el padre de la menor, sediento de dinero, decidió aprovechar una enfermedad de su hija (tricotidistrofia) para sacar dinero a todo aquél que se pusiera delante. A pesar de que la enfermedad de Nadia Nerea no era terminal, Fernando Blanco sostenía que su hija tenía una muy corta esperanza de vida y que tenía que someterse a carísimos tratamientos en el extranjero.
Hablaba de viajes por el mundo, de citas con los doctores más reputados del planeta y tratamientos experimentales que necesitaban de una gran inversión económica. Incluso llegó a decir que tenía que viajar a unas cuevas de Afganistán porque había encontrado un gran doctor allí. Fundó hasta una asociación para recaudar dinero. Todo con la excusa de alargar unos años más la vida de su hija. Pero, como se supo después, ni iba a morir ni necesitaba tratamientos caros. Ni siquiera habían salido de Europa en ningún momento. Pero mientras la verdad estaba oculta, consiguieron estafar a miles y los jueces estimaron que la estafa había superado los 402.000 euros.
¿Qué fue de los otros falsos enfermos?
Aunque soñaran durante un tiempo, la historia no les salió muy bien a ninguno. Pagaron alto el precio de haber jugado con el dinero de los demás y sobre todo, por haber utilizado una enfermedad para hacer dinero. Quizá algo así se pueda esperar de Willy.
Paco Sanz, y sus 2.000 tumores, fue a juicio y tuvo que aceptar una pena de dos años de cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía en el que reconocía haber estafado a miles de personas simulando una enfermedad terminal (la pena inicial era de seis años, pero acordaron una reducción de pena). Además, se estableció que sólo tenía que devolver 37.000 euros de los 260.000 que estafó.
Junto a Paco Sanz estaba acusada de estafa su expareja, Lucía Carmona, así como la madre del acusado, quien según la Fiscalía fue partícipe a título lucrativo junto con los anteriores. El padre, que también fue imputado, ya falleció. Para su novia de entonces también hubo pena: inicialmente de tres años de cárcel; finalmente sólo un año y nueve meses.
Por su parte, los padres de Nadia, Fernando Blanco y Margarita Garau, fueron condenados por el Tribunal Superior de Justicia Catalana a cinco y tres años y medio de cárcel respectivamente. Además, le quitaron la custodia de la menor. Sin embargo, se anularon las indemnizaciones por "falta de concreción".
En España ha habido otros casos de estafas médicas, pero ninguna tan famoso como éstas. En cualquier caso, prácticamente siempre acaban mal. Tendrá que verse todavía qué pasa con el periodista de 'Cope'.
CORIOLANO1
Mal asunto este del cáncer porque es un sistema experto, mucho, inmensamente mas que quienes se ocupan de frenarlo con sus vainas especulativas apoyadas en la ciencia para crédulos y todos sus apoyos de AI y esas cosas, para el final de la vida. La misma sublime arquitectura que sustenta la vida ha diseñado su propio sistema de aniquilación, para que los nuevos la continúen. Y no es cuestión de dinero o de información porque los multimillonarios y los oncólogos de prestigio mundial no han conseguido eludirlo. Todo lo más entretenerlo un poco, unos meses... Ahora bien, cuando se alude a la "larga enfermedad" surge en los que no lo padecen un reflejo "pauloviano" de generosidad e ingenuo buenismo que da pábulo a un inmenso negocio que ha recaudado, con muy pocos resultados, un inmenso océano de recursos sin control alguno y al margen de cualquier exigencia social de resultados ciertos, o sea, no esos que propician la inmortalidad de los ratones, pero sin aplicación ninguna a la clinica. Y esto así, desgraciadamente, por mucho tiempo, porque el cáncer sortea con sofisticadas estrategias cualquier amenaza que amenace el fín para el que está diseñado por la propia vida. Extraña, en tal contexto, que unos señores, estos de la estafa, que conocen a la perfección el nombre y el nacimiento de la prima hermana de la cuñada de cualquier jugador de tercera división , ignoraran que le estaban tomando el cabello.
ACE of SPADES
No se aclara si estos condenados entraron en la cárcel o no. Me temo que nunca entraron. Y que siguen por ahí con alguna paguita.