El huracán Danielle es hoy la principal preocupación de la actualidad meteorológica. Este fenómeno, que este fin de semana volvió a ser considerado un ciclón tras perder fuerza y de nuevo el lunes al recobrarla recuperó su categoría, se traslada en dirección nordeste y se teme que podrá alcanzar la Península Ibérica.
Su posible llegada a España genera ciertas desavenencias entre los expertos. No obstante, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informaba de que "las probabilidades de que afecte a España, que ya eran bajas" y que su llegada cada vez es más improbable.
Según el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, en caso de llegar a la Península "sus efectos podrían notarse en forma de fuertes vientos y mal estado de la mar en las islas occidentales de las Azores a partir del miércoles y jueves originando también mal estado de la mar en las zonas oceánicas más próximas a Europa continental"
Los modelos indican que antes de llegar a España 'Danielle' se debilitará transformarse en borrasca dejando lluvias en torno a los días 10 y 11 de septiembre, afectando a principalmente a las costas gallegas. Posteríormente podría afectar a otras regiones españolas pero en menor medida.
Aumento de huracánes en la última década
Según la Aemet, el número de huracanes de la cuenca atlántica se ha incrementado pasando de un promedio de 12 ciclones nombrados, 6 de ellos huracanes, en promedio por temporada, entre 1981 y 2010, a 14 ciclones nombrados, 7 de ellos huracanes, entre 1991 y 2020 por temporada.
Respecto a las posibles causas de este aumento en el número de huracanes, el Servicio Meteorológico de Estados Unidos apunta varias, entre ellas, el cambio climático antropogénico, la mejora de los sistemas de observación o procesos naturales que hacen que las aguas del Atlántico sean más cálidas.
En este sentido, la AEMET recuerda que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) considera probable que el cambio climático antropogénico haya incrementado el número de ciclones tropicales de gran categoría --los que alcanzan la categoría 3, 4 y 5-- en los últimos 40 años con respecto a años anteriores. También apunta que es posible que estos ciclones tropicales se desplacen ahora más lentamente, lo que incrementa los daños.
Asimismo, apuntan que parece que el cambio climático antropogénico ha incrementado la cantidad de lluvia torrencial asociada a ciclones tropicales pero no parece que de momento los vientos más destructivos sean más intensos como consecuencia del cambio climático.
De cara al futuro, el portavoz de la AEMET ha apuntado que la proporción de ciclones tropicales de gran categoría, es decir, los que más daños causan, podría ser mayor aunque el número total de ciclones tropicales podría descender o mantenerse estable.