El pasado martes, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha denunciado que 44 personas que integran las listas de EH Bildu en el País Vasco y en Navarra a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M estuvieron condenados en el pasado por pertenencia y colaboración con ETA, y siete de estas personas incluso estuvieron condenadas por asesinato. A ellos hay que sumarle Iker Casanova, el etarra excarcelado que deja el Parlamento Vasco para liderar la lista de los abertzales a las Juntas Generales de Vizcaya.
Según explican a Vozpópuli otros diputados del Parlamento Vasco, Casanova fue despedido ayer, tras el pleno celebrado en la cámara regional, entre vítores y abrazos de los representantes de otras formaciones políticas, a pesar de la polémica generada por las candidaturas de Bildu al 28-M incluyendo a condenados por terrorismo como él.
Casanova, en todo caso, lleva viviendo de la política desde 2014, cuando accedió por primera vez al Parlamento Vasco. Lo hizo apenas tres años después de salir de prisión, después de cumplir la condena que le aplicó el juez Baltasar Garzón por ser uno de los responsables de Ekin, la organización afín a ETA que montaba manifestaciones a favor de la banda terrorista. Estuvo ingresado durante once años en Villahierro (Mansilla de las Mulas, León).
En julio de 2020 fue reelegido diputado regional junto a otros dos compañeros condenados por pertenencia a ETA, y que mantienen su escaño en el Parlamento Vasco. Se trata de Arkaitz Rodríguez e Ikoitz Arrese.
Rodríguez fue secretario general de Sortu desde 2017 y pasó seis años en prisión, mientras que Ikoitz Arrese fue condenado por pertenecer a Segi, la 'cantera' de ETA, desde onde animaba a usar la violencia "de forma necesaria e irrenunciable". Arrese, conocido en el Parlamento Vasco como "el etarrita", fue detenido el 22 de octubre de 2010 en una operación contra 14 miembros de Segi y obtuvo la libertad en marzo de 2012.
La "reincidencia" de Bildu y la Ley
Los diputados del Parlamento Vasco consultados por Vozpópuli destacan que la presencia de tres diputados condenados por pertenecer a ETA, unida a la candidatura para el 28-M de 44 etarras, demuestra la "reincidencia de Bildu" a la hora de incluir en sus listas a excarcelados procedentes de la banda armada: "Son ya dos procesos electorales consecutivos haciéndolo".
Esta práctica, advierten, podría provocar, incluso, la ilegalización de la formación abertzale, en aplicación de la Ley de Partidos aprobada en el año 2002 después de un pacto ente el PP y el PSOE.
En concreto, en el artículo 9.3, apartado c), del citado texto, se especifica que un partido puede ser declarado "ilegal" por "incluir regularmente en sus órganos directivos o en sus listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y los medios terroristas, o mantener un amplio número de sus afiliados doble afiliación a organizaciones o entidades vinculadas a un grupo terrorista o violento, salvo que hayan adoptado medidas disciplinarias contra éstos conducentes a su expulsión".
Las fuentes contactadas afirman que ninguno de ni Casanova ni los otros dos parlamentarios vascos han rechazado "los fines y los medios terroristas" sino que, como máximo, "hablan de condenar todo tipo de violencia". Una formulación "habitual" en Bildu que, de momento, ha permitido a los abertzales inscribir en sus listas a 44 antiguos miembros de ETA, incluidos 7 con asesinatos a sus espaldas.