"Estos encuentros deben ser la norma y no la excepción". Con esta valoración tras su reunión con Pedro Sánchez esta mañana en Moncloa, Salvador Illa ha querido marcar perfil frente a los anteriores ejecutivos secesionistas de ERC y Junts, cuyos desaires a las instituciones del Estado constituían la norma. Un encuentro que la servido para exhibir su engrasada relación con Sánchez —"La confianza entre gobiernos está plenamente restablecida"—, y para defender una vez más el discutido concierto económico pactado con los republicanos. Y se que, a pesar de haber admitido que apenas ha tratado la cuestión con Sánchez por encontrarse todo acordado, ha asegurado que representa un "modelo de prosperidad compartida frente a la prosperidad excluyente de otros" —en una alusión velada a la gestión de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que rechazó un encuentro análogo con el presidente del Gobierno—.
Así, tras aseverar que "Cataluña ha vuelto" a implicarse en la mejora de España, ha explicado que en la reunión han acordado "reforzar el autogobierno" catalán. Y en aras de hacerlo posible, ha anunciado que se activarán las cuatro comisiones bilaterales entre el Estado y la Generalitat en el primer trimestre de 2025. En concreto, se trata de la Comisión Generalitat-Estado, la Comisión mixta de Transferencias, la Comisión de Inversiones en infraestructuras y la Comisión mixta de Asuntos Económicos y Fiscales. "Hay margen para recorrer", ha manifestado con respecto a los traspasos que el Ejecutivo central puede realizar todavía a Cataluña.
En cuanto al ámbito de la Justicia, otro de los asuntos sobre los que ha girado la conversación entre ambos, Illa ha informado que el Ejecutivo transferirá más recursos para frenar el problema de la multirreincidencia, luchando contra la congestión en el sector y acelerando los juicios rápidos. Por otra parte, inquirido por los periodistas sobre el futuro de Sánchez tras las últimas revelaciones en el caso Aldama, Illa ha asegurado que ha visto "Gobierno para rato".