Una telefonista para hacer labores de hogar. Los numerosos correos electrónicos aportados por Diego Torres, socio de Iñaki Urdangarin, en el escrito de defensa que ha presentado este martes en los juzgados de Palma aportan nuevos detalles sobre algunas de las numerosas irregularidades supuestamente realizadas por el marido de la infanta Cristina. Así, figura un email fechado en marzo de 2002 en el que un amigo recomienda al cuñado de Felipe VI qué tiene que hacer para hacer pasar a la mujer que trabaja en su casa como telefonista de una de sus empresas y, de este modo, poder desgravar su sueldo como un gasto más de ésta. La irregularidad ya era conocida por el propio testimonio que en su día presentó esta empleada, pero el documento aportado ahora por Torres revela una de las razones que llevaron a Urdangarin a utilizar dicho ardiz: "El recelo extremos (sic) del INEM para la aceptación de contratos con extranjeros".
Un amigo aconseja a Urdangarin que la asistenta se inscriba en las oficinas del paro como telefonista para justificar su posterior contratación por Namasté 97 SL, empresa de los duques y dos de sus hijos
El correo electrónico está enviado por Miguel C., amigo del duque, desde una dirección de Octagon Esedos, la empresa para la que Urdangarin entonces aún trabajaba y que abandonaría poco después, el 1 de enero de 2003. En el 'asunto' del mismo figura Namasté 97 SL, el nombre de la empresa dedicada sobre el papel a la consulta y asesoramiento en la gestión empresarial y que tenía como accionista a la pareja y a sus dos hijos mayores, y que había sido constituida en enero de aquel año con un capital de 3.000 euros. En el mensaje, el compañero de Urdangarin le plantea "dos cosas sobre la contratación de Elizabeth", una asistenta que llevaba dos años trabajando para el matrimonio aunque cobrando en negro, según aseguró la mujer al juez José Castro en 2012, diez años después de aquel mensaje en el que se la mencionaba. Fue la insistencia de ésta en que regularizaran su situación para conseguir un permiso de trabajo y residencia en España lo que llevó a Urdangarin a convertirla ante los servicios de empleo en "telefonista", según se desprende del documento ahora conocido.
En él, la primera recomendación que recibe el duque de Palma es que consiga un "título acreditativo" de que Namasté 97, la empresa a través de la cual supuestamente va a contratar a su asistenta, tiene una sede física. Para ello, le propone la firma de un "contrato de arrendamiento en precario" por el cual otra empresa supuestamente le subarrienda una zona de sus propias oficinas a la sociedad de Urdangarin y su familia "sin contraprestación alguna" mientras, sobre el papel, la misma se ocupa de buscar una supuesta ocupación definitiva. El mensaje detalla que la maniobra es conocida por Joan Cuisco, amigo de Urdangarin y única persona ajena a la familia que aparecía como accionista de Namasté 97, aunque a título casi simbólico. El autor del correo asegura que éste "está conforme" y le pregunta su parecer al propio marido de la infanta.
Sobre el segundo paso que le propone para la contratación de la asistenta, destaca que "es muy importante". No es otro que Elizabeth "se inscriba de inmediato como demandante de empleo para la categoría profesional de telefonista en la oficina del INEM". El texto destaca que es una recomendación de la gestoría, la cual considera que "de esta manera será mucho menos complicado hacer entender al INEM que esta persona está capacitada para realizar este trabajo y realmente la empresa tiene necesidad de cubrirlo". En este sentido, recuerda que en la "memoria explicativa" que Namasté 97 debe enviar para justificar ante los servicios de empleo la contratación tiene que insistir en "la necesidad que tiene la empresa de ocupar dicha plaza de trabajo y, por lo tanto, lo que se diga en dicha memoria no debe dejar lugar a ninguna duda". El motivo de dicha maniobra no es otra que burlar a los funcionarios. "El recelo extremos (sic) del INEM para la aceptación de contratos con extranjeros, según me dice la gestoría, se debe a que en un pasado muy reciente han tenido lugar demasiados fraudes", destaca a continuación el documento.
Otros chanchullos con el servicio doméstico
El caso de Elizabeth no es el único de supuestas irregularidades cometidas por Urdangarin y la infanta en la contratación de su servicio doméstico. De hecho, el juez Castro ha destacado en algunos de sus escritos otras. Así, en el auto de enero de 2013 con el que fijaba una fianza de 8,1 millones del euros para el duque de Palma y su socio, Diego Torres, el magistrado recalcaba que otra empresa del matrimonio, Aizoon SL, fue utilizada para que "los gastos personales de la familia Urdangarin experimentaran un nada despreciable alivio" ya que consideraba que, entre otro cargos, la utilizaron para cargar los sueldos de sus empleadas de hogar, "contratadas conociendo su situación irregular en España".
El juez Castro ya había recogido en varios de sus escritos la existencia de numerosas irregularidades en la contratación por parte de los duques de varias personas de su servicio doméstico
En este punto, el escrito daba a conocer las declaraciones textuales de varios de estos empleados que apuntan a que la infanta Cristina fue testigo directo y, por tanto, conocedora de diversos fraudes que se cometió con ellos. Así, Elsa Sánchez aseguró que, aunque estuvo dado de alta en la Seguridad Social como trabajadora de Aizoon, nunca tuvo funciones en esa compañía. Esta mujer detalló que trabajó para el matrimonio Urdangarín desde mayo de 2004 a abril de 2007 y que en la entrevista que le hicieron estuvieron presentes tanto el duque de Palma como su esposa. "En esa entrevista el Sr. Urdangarin en presencia de la infanta Cristina le comentó a la declarante que si finalmente la contrataban no le harían contrato de trabajo sino que cobraría en negro", recogía textualmente el juez Castro. Más adelante, el cuñado del Rey accedió a hacerle un contrato. Eso sí, a nombre de Aizoon SL.
En el mismo sentido, el magistrado recoge en su escrito las declaraciones del matrimonio Lucian y Maria Nonosel. Ambos reconocieron que en un primer momento que el matrimonio les firmó un contrato como empleados de hogar, pero que en 2007 "Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón les propusieron hacerles un contrato por la empresa Aizoon, que era de los señores". Ambos detallaron en sus declaraciones que sus sueldos comenzaron siendo de mil euros "y cada año les subían unos 50 euros". Una condiciones que se mantuvieron sin un "aumento significativo de sueldo" cuando cambiaron su condición de empleado de hogar a ser formalmente trabajadores de Aizoon.