La Agencia Tributaria (AEAT), en uno de los informes que ha entregado al juez instructor del caso Nóos, José Castro, calcula en ocho millones de euros el importe total de las facturas que se cruzaron dentro del conglomerado empresarial de Nóos, al frente del cual se encontraban el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su exsocio Diego Torres, tal y como revela la documentación, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Hacienda asegura que la "autoría intelectual" de los proyectos del entramado del Instituto Nóos debe atribuirse a Torres y que el perfil de su socio, Iñaki Urdangarin, "resulta orientado hacia la vertiente institucional y comercial".
Más en concreto, Hacienda precisa que en 2004 la facturación que se efectuó entre las propias empresas de la trama por trabajos supuestamente fictios ascendió a 1,4 millones, mientras que en 2005 fue de 2,1 millones, en 2006 de 2,2, en 2007 de 1,7 y en 2008 de 412.225 euros.
El dictamen destaca cómo "con mucha frecuencia" las facturas se emitían bajo conceptos "extremadamente genéricos o imprecisos", la mayoría de ellas tenían importes "redondos" al tiempo que se han verificado, además, duplicidades respecto a proveedores externos del conglomerado empresarial, "incongruencias" así como "casos notorios de inexistencia del servicio pretendidamente prestado y, en el extremo, de falsificación material de la propia factura".
Tal y como pone de manifiesto el fisco, las entidades que integraban el grupo devienen "meros instrumentos para drenar y distribuir los recursos obtenidos por medio de la marca Nóos entre sus dos propietarios y dirigentes, los imputados señores Torres y Urdangarin". De hecho, la AEAT llega a aludir a la trama como un "puro andamiaje jurídico formal".
En lo que al sistema de reparto entre los socios se refiere, Hacienda señala que entre 2004 y 2005, bajo la presidencia de Urdangarin, las facturas que recibieron el Instituto Nóos y Nóos Consultoría de las demás entidades del conglomerado ascienden aproximadamente a una tercera parte del total de ingresos obtenidas por ambas. Ese tercio, a su vez, se repartía al 50 por ciento entre el Duque, a través de la mercantil que comparte con la Infanta Cristina -Aizoon- y su exsocio a través de sus sociedades.
Las diferencias entre Nóos y Aizoon
Un esquema que, según los inspectores de Hacienda, tuvo que adaptarse a la nueva situación originada por el "alejamiento" del Duque de los negocios con el sector público, y por tanto "su imposibilidad de facturar a Nóos como venía haciendo hasta aquel entonces". En efecto, indica, se constata que en ese año "se produce una escisión de las actividades prestadas hasta entonces por las entidades Nóos": por un lado "Aizoon (Urdangarin) y, por otro, las entidades Nóos (Torres)".
Así, dado que Urdangarin debía dejar de aparecer vinculado a estos negocios, los socios resolvieron repartirse la cartera de clientes en aquel momento existente, "siempre teniendo en cuenta los condicionantes impuestos al señor Urdangarin", a quien por esa razón se asignaron en exclusiva determinados clientes privados de Nóos. De este modo, prosigue la AEAT, el Duque pasó a percibir su alícuota de honorarios a través de dietas de consejos de administración o de consejos asesores de tales clientes, y también directamente como persona física (en el caso de uno de esos clientes: Telefónica).
De este modo, los clientes en un principio asignados al yerno del Rey Don Juan Carlos fueron Motorpress Ibérica y Telefónica, de forma que en 2006, Urdangarin percibió 105.175 euros de la primera a través de Aizoon, lo que sumado a los 75.125 euros que la propia Motorpress satisfizo a Nóos Consultoría ese mismo año coincide exactamente con los 180.300 euros que esta última sociedad había percibido en 2005 de ese cliente.
De forma análoga, el informe resalta que en 2006 el marido de la Infanta cobró personalmente 166.666 euros de Telefónica (75.833 euros netos), que sumado a los 122.000 euros percibidos de la propia Telefónica por las entidades de Nóos ese mismo ejercicio arroja un resultado de 197.833 euros, cifra "cuasi coincidente" con los 200.000 euros que Nóos Consultoría le había facturado en 2005 al operador.
Al mismo tiempo, dejó de emitir facturas contra las entidades Nóos y, de hecho, las últimas facturas que les giró Aizoon por importes de 150.000 y 105.000 euros, datan del 5 de diciembre de 2005, y su destinatario fue en ambos casos el Instituto Nóos. Con el tiempo, subrayan los inspectores, Urdangarin fue obteniendo nuevos clientes, siempre empresas privadas, como Mixta África, Seeliger & Conde, Havas Sport o Altadis.
Separación "aparente" del Duque y Torres en 2006
"No obstante lo anterior, es un hecho sobradamente acreditado que hasta 2008 el señor Urdangarin prosiguió interviniendo activamente en favor de los proyectos en curso de Nóos (sin ir más lejos, está probada su asistencia al Valencia Summit y al Illes Balears Forum que se celebraron en otoño de 2006, que se le mantuvo la firma en las cuentas bancarias", apostilla Hacienda, que alude asimismo a la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), una entidad "de nuevo cuño a través de la cual ambos socios pretendieron vehicular sus nuevos proyectos".
De hecho, la AEAT llega a apuntar que la separación de ambos en 2006 fue en realidad "aparente", como lo fue la escisión del negocio, ya que "se ha comprobado que ambos prosiguieron al menos dos años más con su actividad conjunta". "Y ello pese a que ciertamente Aizoon y Nóos deslindaran y se repartieran los proyectos y aunque Urdangarin dejara ese año de percibir (personalmente o vía Aizoon) emolumentos de Nóos o sus satélites", remacha al respecto.