La antigua empleada del servicio doméstico de Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina, María Monalisa Nonosel, ha explicado este lunes, durante su declaración como testigo en el marco del caso Nóos, que ha sabido "ahora, durante el juicio" que su contrato en Aizoon era como "auxiliar administrativa". Según han explicado tanto ella como su marido, Lucian Catalin Nonosel, que también ha declarado como testigo, fueron contratados en 2006 como servicio doméstico y que en 2007, "con la instalación del despacho" en la residencia de los duques se les hizo "un contrato de empresa" dentro de Aizoon, aunque sus labores no cambiaron en general.
"Cobre unos 60 euros mensuales, que creo que me daban en mano, durante tres o cuatro meses", ha relatado otra empleada que nunca fue a trabajar
"Eventualmente fui a buscar a alguien al aeropuerto que debía reunirse con el señor Urdangarin, pero el trabajo era prácticamente el mismo", ha dicho Catalin. Sobre de quien fue la idea de ser contratados por Aizoon, Catalin ha dicho que fue idea de Urdangarin y Monalisa ha dicho que fue idea suya lo de "formalizar un contrato de empresa" porque querían comprar un piso, que finalmente compraron.
A esto, la letrada de Manos Limpias, Virgina López Negrete, ha dicho, tras la declaración de Monalisa, que pedirá que se estudie la inclusión en la causa de "un delito de falso testimonio". Por otra parte, tanto los también testigos Lluís Álvarez como María Teresa de Sicart, han declarado que fueron contratados en distintas empresas de la presunta trama de corrupción pero que no trabajaron ni fueron nunca a las sedes de las mismas.
"Cobre unos 60 euros mensuales, que creo que me daban en mano, durante tres o cuatro meses", ha dicho Álvarez. De Sicart ha expresado que estuvo de alta cobrando la misma cantidad "durante cuatro años sin trabajar".