Los incendios en el suroeste de Francia obligan a las autoridades de ese país a mantener este jueves cerrados tramos de la autopista A63, que conecta con la frontera con España en Irún.
Según el último parte de situación, la A63 está cerrada en dirección a Burdeos a la altura de Saint Geours de Marmne, mientras que los camiones deben desviarse antes, en Biriatou.
Los vehículos son desviados a la A64 para rodear la zona afectada por los incendios, que según las autoridades han arrasado ya 6.800 hectáreas en esa zona, donde trabajan más de 1.100 bomberos para tratar de detener el avance de las llamas.
Los bomberos indicaron que el avance de las llamas se ha detenido ligeramente con respecto a la víspera. La Prefectura (delegación de Gobierno) ha explicado que en las próximas horas se espera la llegada de refuerzos, pero que las condiciones climáticas son "difíciles.
"La vegetación del suelo está extraordinariamente seca tras más de un mes sin lluvia. Las temperaturas se esperan de 40 grados y deben seguir así hasta el sábado, junto con la sequedad del aíre, lo que genera un severo riesgo de que se avive el fuego", señaló en un comunicado.
Unas 10.000 personas han sido evacuadas en la zona por precaución, ante el riesgo de que el fuego pueda afectar zonas habitadas. La zona ya fue pasto de un gran incendio hace dos semanas, que arrasó unas 12.000 hectáreas de bosque.
La primera ministra, Elisabeth Borne, visitará la zona a lo largo de la tarde acompañada del responsable de Interior, Gérald Darmanin.