Los efectivos de las policías nacional y local se han desplegado esta madrugada en los alrededores de los juzgados de Palma, en los que este sábado está citada a declarar la infanta Cristina en calidad de imputada en el caso Nóos. Cerca de 200 agentes los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han sido movilizados para mantener el orden y velar por la seguridad de la infanta, a quien el juez instructor del caso, José Castro, aguarda hacia las 10 de la mañana.
A las 06:45 de la mañana y cuando aún no había amanecido, han llegado hasta los juzgados una decena de furgones de la Policía Nacional con efectivos, y poco antes han abierto la verja de la puerta trasera del edificio de los Tribunales por la que se prevé que accederá la infanta Cristina.
Con la misión de ordenar el tráfico, al menos otros 30 agentes de la Policía Local se han situado en puntos de las proximidades del edificio de cuatro plantas que alberga los Tribunales, ubicado este en una de las principales arterias de Palma.
El dispositivo policial ha establecido un cordón de seguridad de unos 200 metros, también estrictos controles en toda la manzana de edificios y en las calles del perímetro, además de sellar cada una de las alcantarillas.
Los agentes de la Policía Local comenzaron anoche a retirar los vehículos de las calles Parellades, Jeroni Antich y Pere Dezcallar, por las que se accede a la puerta trasera del edificio y por la que entrará la infanta Cristina acompañada de su equipo de abogados.
Un enjambre de periodistas aguarda la llegada de la hija del Rey en el patio posterior del edificio y en el exterior, donde ya el viernes se registró durante gran parte del día un casi continuo trasiego de fotógrafos, camarógrafos y curiosos.
En los alrededores de los juzgados no se aprecia, de momento, la presencia de simpatizantes de la denominada Asamblea Republicana de Mallorca, que ha convocado una manifestación antimonárquica con motivo de la comparecencia de la infanta para prestar declaración.