A la polémica sobre la actuación de la Guardia Civil el pasado jueves ante la llegada masiva de inmigrantes a la frontera de Ceuta (murieron al menos 14 subsaharianos) se añade otro ingrediente: emplearon "armas no específicas". Según ha podido saber Vozpópuli de fuentes internas, la “falta de recursos a la que nos tiene acostumbrados el Ministerio del Interior” obligó a los agentes a intervenir no con escopetas fabricadas expresamente para lanzar pelotas de goma, sino con fusiles de asalto adaptados, con una mayor potencia de disparo y peligrosidad.
En ese sentido, las fuentes consultadas precisan que en lugar de utilizar las “pajaritas” -como se conocen en la jerga policial- que emplean, por ejemplo, unidades de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra para disuadir manifestaciones violentas, los antidisturbios hicieron uso del fusil CETME con un dispositivo acoplado, realizando un disparo más sonoro y preciso. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tendrá oportunidad de explicar ésta y otras circunstancias que han rodeado la tragedia de Ceuta en su comparecencia el próximo jueves en el Congreso de los Diputados.
Aunque existen versiones distintas, según la parte implicada, sobre si los sin papeles recibieron disparos de pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de la Benemérita tanto en tierra como en mar, desde el propio Instituto Armado han reconocido que emplearon tales armas cuando los asaltantes se aproximaron a la valla con la aparente intención de cruzarla. Además, apuntaron que nunca antes en los últimos 15 años habían recibido una respuesta tan agresiva tras sus advertencias a los asaltantes.
Los agentes ya han planteado la necesidad de adquirir pequeños tanques de agua para emplearlos como primera opción en la disuasión, en lugar de las pelotas de goma
De hecho, el propio delegado del Gobierno en la ciudad autónoma, Francisco Antonio González Pérez, ha justificado el uso de este material antidisturbios por la presunta brutalidad con que actuaron los indocumentados, quienes lanzaron piedras a los agentes. "Policías de ambos países (España y Marruecos) aseguran no recordar un nivel similar de violencia por parte de los subsaharianos", ha subrayado González Pérez. Asimismo, negó que los disparos se realizaran contra el “pelotón” de más de 200 inmigrantes y dijo que se hicieron al aire. También ha descartado que se produjera un enfrentamiento cuerpo a cuerpo porque había una valla de seis metros de altura de por medio.
En cambio, la ONG Caminando Fronteras ha denunciado, según testimonios recogidos de los propios afectados, que la Guardia Civil lanzó pelotas de goma contra sus flotadores, rompiéndolos y provocando el aplastamiento y ahogamiento de los que, sin salvavidas, no sabían nadar. Además, la ONG ha relatado que los indocumentados compartían una misma impresión tras el suceso: no han sido las fuerzas policiales marroquíes las más duras al reprimir su intento de llegar a España, sino la Guardia Civil.
Cuestionado por la Unión Europea
Por otro lado, las fuentes de la Benemérita consultadas por este diario apuntan que en más de una ocasión han puesto sobre la mesa la necesidad de adquirir pequeños tanques de agua para emplearlos como primera opción, en lugar de las pelotas de goma. Sostienen que estos furgones-cisternas reprimen “de una manera más eficaz y proporcionada” este tipo de asaltos.
El uso de pelotas de goma (de 90 gramos de caucho macizo, algo más de cinco centímetros de diámetro, a una velocidad de salida de 720 kilómetros por hora) es rechazado por la Unión Europea y en la mayoría de los Estados miembros no se utilizan. Por ejemplo, en países como Noruega o Alemania, las fuerzas de seguridad recurren a cañones de agua. En España, un pelotazo en la cabeza lanzado por la Ertzaintza en un partido de la Europa League de 2012 costó la vida a Iñigo Cabacas, aficionado del Athletic. Este método también ha provocado pérdidas de visión a varios activistas en Cataluña.
Al margen de las explicaciones que ofrezca Fernández Díaz en la Cámara Baja (PSOE, IU y otros partidos de la oposición pidieron su comparecencia), la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha abierto una investigación de oficio ante la Delegación del Gobierno en Ceuta para conocer "el número de personas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que participaron en el refuerzo de la frontera y la descripción del material antidisturbios utilizado".
Por su parte, el obispo de Tánger, Monseñor Santiago Agrelo, lamentó que el representante del Ejecutivo en la ciudad autónoma justificara el empleo de pelotas de goma por la supuesta violencia de los sin papeles. "Me parece de una frialdad inaceptable y prueba que no tiene la sensibilidad necesaria para afrontar un problema tan terrible como es el de los inmigrantes que quieren ejercer su derecho a emigrar, que lo tienen", señaló a Europa Press.