El informe que elabora desde el pasado 25 de mayo la Unidad de Asuntos Internos de la Policía sobre cómo se destruyó la memoria SD del teléfono robado a Dina Bousselham será clave para determinar si Pablo Iglesias la inutilizó de forma deliberada, según explican a Vozpópuli fuentes jurídicas.
En concreto, el trabajo policial encargado por el magistrado que investiga en la Audiencia Nacional el caso Villarejo, Manuel García Castellón, pretende comprobar si la memoria fue destruida de forma expresa, como declaró el 18 de mayo la propia Bousselham; o por el contrario sufrió un deterioro compatible con el paso del tiempo, según indica un escrito firmado el 27 de mayo por la exasistente, y que fue enviado al Juzgado.
Si la Policía concluye que la memoria fue averiada de forma deliberada, es decir, si los componentes tecnológicos hubieran sido destruidos, el juez podría iniciar una investigación por un delito de daños informáticos contra Pablo Iglesias, que fue el que recibió la tarjeta en enero de 2016, de manos del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio.
Sí funcionaba
El propio Iglesias en su declaración como testigo aseguró que la tarjeta SD funcionaba cuando se la entregó Asensio, pero que la mantuvo en su poder varios meses, hasta que se la devolvió a su legítima propietaria.
Por ello, sí el magistrado lo considera necesario, y siempre que el informe policial demuestre que la destrucción de la memoria fue deliberada, el vicepresidente del Gobierno podría ser llamado a declarar como investigado en la Audiencia Nacional, aunque de forma voluntaria, para aclarar los hechos.
Si Iglesias rechazara esta comparecencia, la única forma de interrogar a Iglesias como investigado pasaría porque el juez García Castellón elevara una exposición razonada ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, órgano judicial ante el que está aforado como vicepresidente del Gobierno y como diputado de Podemos en el Congreso.
Sospechas sobre Iglesias
Las sospechas se centran en Pablo Iglesias, apuntan las citadas fuentes jurídicas consultadas, porque las declaraciones de Dina Bousselham en sede judicial indican de forma expresa que su jefe en Podemos le entregó la tarjeta "destruida". En concreto, el informe de la Policía aclara que la misma estaba "parcialmente quemada" en su parte posterior.
Además, la investigación desarrollada por los agentes de la Unidad de Asuntos Internos ha puesto de manifiesto que el marido de Dina Bousselham, Ricardo Sá Ferreira, autorizó en noviembre de 2017 que una empresa enviara a Gales la tarjeta para intentar recuperar su contenido.
Por eso, el cambio de opinión de la exasistente de Podemos en el Parlamento Europeo, que se produjo mediante el envío de un escrito dirigida a la Audiencia Nacional, que estaba firmada por la misma letrada que representa a Iglesias, se ve con desconfianza en el Juzgado.
Incompatibilidad procesal
En este sentido, el titular del mismo, Manuel García Castellón, ha destacado en una providencia la "incompatibilidad" procesal que supone que una misma abogada represente al vicepresidente segundo del Gobierno, que ha sido expulsado de la causa, y a la víctima del delito.
Precisamente, este viernes se cumple el plazo concedido por el instructor de la causa para que Bousselham, Iglesias y la Fiscalía anticorrupción den su opinión sobre la contradicción denunciada por el juez. Una vez que reciba estos escritos y los estudie, el instructor deberá decidir si mantiene su postura sobre el "conflicto de interés".
Las fuentes jurídicas consultadas explican a Vozpópuli que si por el contrario el informe policial determina que el deterioro de la memoria se debe a su simple uso, sería muy difícil que el magistrado pueda seguir con sus pesquisas sobre la actuación de Pablo Iglesias, pese a que la Fiscalía anticorrupción apuntó que este podría haber sido cooperador necesario en los delitos de revelación de secretos y daños informáticos.
En este sentido, un empleado de la empresa a la que recurrió el marido de Bousselham para recuperar la tarjeta ha asegurado que la misma pudo ser quemada al intento recuperar el contenido de la memoria, según la información adelantada por el diario ABC.
