La Dirección General de la Guardia Civil ha mandado al Campo de Gibraltar un 'nuevo' contingente de vehículos para que los agentes puedan combatir el narcotráfico en la zona. "Nos han mandado chatarra que pone en riesgo nuestras vidas", denuncia la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC).
Los todoterrenos, seis Nissan del modelo Patrol, tienen más de dos décadas de antigüedad y cientos de miles de kilómetros sobre sus ruedas. Los coches llegan una semana después de que un vehículo utilizado por los narcos embistiese a una patrulla de la Guardia Civil, provocando heridas en los agentes de su interior.
“Si en vez de llevar ese vehículo hubieran llevado uno de los que acaban de recibir como dotación en los puestos de La Línea Concepción, de donde eran los agentes heridos, y San Roque hoy posiblemente estaríamos hablando de lesiones muy graves”, advierte la nota difundida por la AEGC.
La asociación apunta que los todoterrenos enviados son "sólo es una muestra más de que en el ministerio del Interior siguen sin querer enterarse de las necesidades que tenemos los guardias civiles en toda nuestra demarcación", que es de excepcional peligrosidad. "Nos mandan los desechos que nadie quiere, ataúdes para los guardias civiles que sufren las embestidas premeditadas de narcotraficantes".
Los agentes "responsabilizarán" al nuevo ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y al recién nombrado director general del Instituo Armado, Félix Azón, de cualquier lesión que puedan sufrir por "tener que trabajar con estos pésimos medios". Y les preguntan directamente: "¿Saldrían ustedes a perseguir a narcotraficantes con esos vehículos? ¿Llevarían a sus hijos, a su familia en coches como estos?".
"Desesperados y desmoralizados"
Los guardias civiles denuncian que el ánimo entre la plantilla está por los suelos. "Estamos desesperados y desmoralizados por el olvido de cada inquilino del Ministerio del Interior y de la Dirección General" y muestran su preocupación por lo que consideran una "dejadez institucional".
Afirman estar viviendo una "situación límite" que no perciben desde los mandos del ministerio ni desde la dirección general del cuerpo.