España

Irene Montero busca romper el bloque de Compromís y atraer a Mónica Oltra

El pasado lunes la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, viajó a Valencia. Tenía en agenda una reunión con la vicepresidenta valenciana e integrante de Compromís,

  • La ministra de Igualdad, Irene Montero, llega al Congreso. -

El pasado lunes la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, viajó a Valencia. Tenía en agenda una reunión con la vicepresidenta valenciana e integrante de Compromís, Mónica Oltra. La reunión trascendió sobre todo por los abucheos que la ministra recibió cuando iba a participar en las jornadas celebradas con motivo del Día Internacional contra la LGTBIfobia durante el congreso de la UGT. El encuentro con Oltra, no obstante, tenía otra deriva política.

Fuentes de Podemos explican a Vozpópuli que Montero aprovechó su viaje a Valencia para tantear a Oltra sobre un posible acercamiento al partido morado en la nueva etapa que se abre tras la salida de Pablo Iglesias. Podemos celebrará el próximo 13 de junio su congreso extraordinario. En él se nombrará una nueva secretaria general, con la ministra de Derechos Sociales Ione Belarra como favorita y Montero como número dos.

Montero y sus afines saben que Oltra está en minoría en Compromís. La coalición de izquierdas está formada por el Bloc y el partido IC-PV, al que pertenece Oltra y que históricamente ha estado más cerca de Iglesias. Sin embargo, el Bloc se ha decantado por la nueva formación ecologista y regeneracionista, que en Madrid ha logrado incluso superar al PSOE. Y en las generales de 2019 estrechó una alianza con Más País, que ahora quieren consolidar tras el triunfo de Más Madrid en las autonómicas madrileñas.

La misión de Montero en Valencia fue “pescar” a Oltra de cara a la futura evolución de la izquierda alternativa al partido socialista, sostienen algunos en Unidas Podemos. Otros, en cambio, sostienen que su intención fue “romper” el bloque de Compromís, más que sellar una alianza estratégica. Según esta tesis, Montero quiere despedazar y debilitar Compromís, impidiendo que intente recuperar a otros dirigentes de Podemos que se han quedado fulminados en las últimas purgas.

Movimiento "táctico" de Montero

Montero y Belarra tienen dos prioridades de cara a los próximos meses. La primera atañe a confirmar la línea continuista del pablismo: el sector de Irene Montero trabaja en ese plan desde las semanas previas a las elecciones madrileñas del 4 de mayo, como adelantó este diario. La segunda se refiere a impedir que el exdirigente de Podemos y actual líder de Más País consolide sus alianzas regionales, concretamente con Compromís.

El “movimiento táctico” de Montero se suma a una situación delicada para los herederos del pablismo. En las altas esferas de Podemos se percibe un sentimiento de intranquilidad. El Congreso de Vistalegre IV tuvo que ser convocado de prisa y corriendo para impedir al sector crítico presentar una candidata fuerte alternativa. Algunos miembros de la cúpula siguen imputados en casos judiciales peligrosos, como el de Neurona y los vinculados al caso de la niñera de Montero y de la Fundación del partido. A nivel político, el papel de Yolanda Díaz, y lo que algunos ya llaman su “agenda propia”, despierta sospechas e interrogantes.

Una ruptura "difícil"

En cuanto a Oltra, las fuentes consultadas vaticinan que difícilmente la dirigente valenciana romperá con Compromís o trabajará para decantar la balanza a favor de Podemos. “En Compromís suelen tensar la cuerda, pero nunca la rompen”, avisan en el partido morado, donde admiten que la Comunitat Valenciana empieza a percibirse como clave para los equilibrios futuros.

Aun así, admiten que las relaciones entre dirigentes como Joan Baldoví y Oltra son mejorables. El problema para los morados es que el Bloc de Baldoví es mayoritario y está convencido de que el futuro pasa por la construcción de una “alternativa verde”, que coincide con el proyecto de Íñigo Errejón de erigirse en referente de un nuevo “partido verde” al estilo alemán.

En Más País sigue la campaña de fichajes. Después del fracaso electoral a las generales de 2019, se ha reforzado la tesis de que conviene sellar acuerdos con partidos regionalistas activos a nivel local, y desde ahí entrar en las instituciones. Las elecciones autonómicas y municipales de 2023 son el primer objetivo estratégico de los errejonistas. Sin perder de vista Andalucía, donde se celebrarán las primeras autonómicas.

Ese dinamismo mantiene en alerta a Podemos. Belarra tiene previsto realizar una gira por los territorios para zanjar los asuntos pendientes y aclarar las líneas de su gestión. Pero todos son conscientes de que el futuro dependerá de la capacidad de atraer el voto joven y reformular algo parecido a un esquema de confluencias que sirvió a Podemos para dar el asalto al poder. Ahora, ese modelo puede verse afectado por la OPA de Errejón, y Valencia, Cataluña y Baleares aparecen en el mapa como territorios clave.

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