La ministra de Igualdad, Irene Montero, llevó como niñera a su asesora Teresa Arévalo Caraballo a varias reuniones del Consejo de Ministros al principio de la legislatura y también a una reunión de la Comisión Delegada de Reto Demográfico, que se celebró en La Rioja hace un año, en febrero de 2020, y a la que, entre otros, asistieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta de Asuntos Económicos del Gobierno, Nadia Calviño; el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; y el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
Según publica este sábado El Español, Arévalo se encargó en estas ocasiones del cuidado de la hija de Irene Montero y Pablo Iglesias mientras la ministra de Igualdad asistía al Consejo de Ministros los martes en La Moncloa.
Arévalo saltó a la palestra esta semana tras conocerse que, según informe, cuida de la menor desde que nació, en agosto de 2019. A pesar de que el encargo a la asesora era de carácter privado, esta lo compatibilizó al principio con su salario del grupo parlamentario. Posteriormente, con la llegada de Podemos al Ejecutivo, con su sueldo en Igualdad tras ser nombrada por Montero jefa de gabinete adjunta a su Ministerio.
Esta información, adelantada por El Confidencial, se conoció después de que la exabogada de Podemos Mónica Carmona enviase un informe al juez del 'caso Neurona' para denunciar esta situación.
La formación morada, por su parte, ha solicitado al juez que investiga el 'caso Neurona', Juan José Escalonilla, que "rechace de plano" las acusaciones realizadas por Carmona sobre la actividad como cuidadora de Arévalo al considerar que se trata de una "cuestión personal".
Otros casos
Ya en 2019, tal y como publicó Vozpópuli, existía un profundo malestar en Podemos por cuestiones como estas. Varios miembros y dirigentes del partido morado revelaron a este diario cómo, en los últimos años, algunos trabajadores de la formación habían desempeñado tareas que excedían las labores por las que fueron contratados.
Entonces, uno de los casos que mayor relevancia pública alcanzó fue el de una exescolta que denunció al partido por un supuesto despido improcedente. Afirmó haber realizado trabajos fuera de sus competencias por orden de sus jefes, como la de chófer o encargada de los recados.