Luis García Montero es poeta y profesor. Su candidatura de IU a la Comunidad de Madrid viene avalada por su trayectoria y refrendada por firmas tan conocidas como Baltasar Garzón, Pilar Bardem, Joaquín Sabina, Rosa Regás, Carlos Berzosa y clásicos de la izquierda española. Tiene una meta que es llevar la voz de Izquierda Unida a la Asamblea de Madrid el 24 de mayo. Se rebela contra la pobreza, la marginación, los desahucios,…
-¿Puede haber un gobierno de izquierda en Madrid el 24M?
-Si los ciudadanos lo quieren será así. Todas las fuerzas de izquierda pensamos que es necesaria una transformación, un cambio de gestión en las instituciones. Gobernar no es hacerse dueño de las instituciones como ha hecho el PP.
-¿Como ha encontrado Madrid?
-Desde que llegue a Madrid en 1994 he tenido una militancia política que tenía que ver con la calle, no con las direcciones de Izquierda Unida. He ido a movilizaciones para defender una biblioteca pública que iban a cerrar, a luchar por los enfermos, a defender la educación y otras iniciativas sociales. Mi conocimiento tiene que ver con los militantes de base, no con las disputas de la dirección.
-Yo le pregunto por la Comunidad, por los servicios, por esas cosas que de verdad interesan a los ciudadanos.
-Mi mujer, Almudena, es madrileña y se indignaba cuando la gente hablaba de Madrid como una ciudad cortesana, como una ciudad centralista y burocrática. Ella habla de un Madrid enérgico, lleno de coraje y civismo. Cuando alquile el primer apartamento en Madrid, en el año 1994, conocí esa ciudad de la que hablaba mi mujer. Era y es una ciudad con ganas de progreso. Yo conocí el Madrid de Alberti porque hice mi tesis sobre el poeta. Aquello era mitológico. Alberti me hablaba de la Residencia de Estudiantes de sus encuentros con García Lorca,… Cuando en aquellos años me tocó hacer la cola del pan o bajar al Metro me dí cuenta de que mi mujer tenía razón. Esta no es una ciudad palaciega. Es la ciudad con la energía cívica más importante del estado español. Lo he comprobado en la relación con las mareas verdes, blancas, con los que se mueven en la calle en esta Comunidad.
-¿Como ve la situación de los servicios a los ciudadanos?
-Me preocupa la política del PP en estos años de gobierno. Las noticias te muestran un caso de corrupción a diario. En cualquier partido puede surgir un sinvergüenza, pero no las tramas organizadas de corrupción del PP como ha sido la Gürtel, la Púnica,… La política apostaba por privatizar los servicios públicos. Desde el año 2009 hasta hoy en sanidad se han perdido 10.000 puestos de trabajo y en educación 7.500 pública. No puede ser. El Gobierno desmantela lo público por lo privado. Esa es mi mayor preocupación.
-Y surgen las mareas...
-La función pública crea conciencia pública. He hablado con muchos médicos que no son de izquierdas y que no se sentían movilizados por un sindicato. Se sentían movilizados porque después de muchos años de trabajo en la sanidad pública la única manera de desarrollar un trabajo digno en Madrid era a través de la consolidación de la sanidad pública. En educación pasa lo mismo. Muchos profesores han visto como se les sobrecargaba la docencia y no tenían tiempo de preparar clases y de atender a los alumnos. Se les llenaban las clases y se perdían 7.500 puestos de trabajo. Eso ha provocado la movilización en Madrid. La conciencia pública ha sacado a la gente a la calle.
-¿Sus tres primeras medidas?
-Primero ver mi número de votos y el de los demás partidos. Si ganara por mayoría absoluta buscaría referentes sociales y profesionales de primer nivel para que organizaran el cambio de rumbo de la Comunidad de Madrid. Más que creer que tengo las soluciones para la sanidad y la educación pública, sí que conozco a los expertos que desde su independencia profesional pueden solucionar los problemas.
-¿Otra de sus propuestas?
-Una gestión trasparente que acabe con la corrupción y la consolidación de los servicios públicos de los madrileños. Me gustaría un apoyo a la cultura madrileña para que volviera a ser un referente para toda España. Hay que darle el papel a los profesionales que saben que se puede hacer con los teatros y otros espacios culturales y hay que evitar como sea las redes clientelares.
-¿Se refiere a la cultura de la subvención?
-A mí gusta la cultura de la inversión. Lo que no me gusta es que se gaste para alimentar estómagos agradecidos. Hay que invertir en cultura. Es fundamental. Yo me formé con Albert Camus. En un momento determinado en el “Hombre rebelde” dice que para la dignidad de una sociedad es tan importante la dignidad laboral como la del ocio. A mí me gustaría que el concepto de cultura se alejara del entretenimiento zafio que a veces se acerca a la telebasura. Busco que se acerque a la educación moral, la imaginación, la formación en la sensibilidad porque eso es lo que nos ayuda a convivir.
-¿Como va a ser la campaña electoral?
-Nosotros no estamos por el insulto, la descalificación… ni haremos una campaña de tuits. Vamos a debatir, a explicar a la gente nuestra propuesta para un nuevo modelo productivo que cambie Madrid en beneficio de sus ciudadanos.