El anuncio de Juncker frena las aspiraciones que en los últimos meses ha venido manejando el ministro Luis de Guindos, tentado de acceder a la presidencia del Eurogrupo y de abandonar su responsabilidad en el Gobierno de Mariano Rajoy después de haber gestionado el rescate bancario y de haber pilotado una parte considerable de las reformas económicas impuestas por Bruselas.
Fuentes comunitarias insisten en que la candidatura oficiosa de Guindos a la presidencia del Eurogrupo nunca ha estado de verdad sobre la mesa de Bruselas ya que quienes manejan de verdad la maquinaria comunitaria siempre han contado con la firme negativa de Alemania a que un país en trance de ser rescatado como es España asuma una representación institucional tal elevada.
La primera reunión del año del Eurogrupo se celebrará el próximo día 21 y en ella es probable que se aborde el relevo de Juncker. Su aviso de hoy de que el sucesor no tendrá que dedicarse por entero al cargo y lo compatibilizará con la cartera de Economía de su país de origen alimenta las posibilidades que tiene el holandés Jeroen Dijsselbloem para conseguir este puesto. Holanda conserva la triple AAA y tiene para este menester el apoyo alemán, a pesar de que su candidato es socialista, lleva poco en el cargo y puede estar sometido a los vaivenes de la inestabilidad política que sufre su país desde hace una década.