Siete de agosto a las 5 de la tarde. Una lancha de la Guardia Civil se prepara para un control rutinario en aguas internacionales próximas a Ceuta. Los agentes del instituto armado no saben que dentro de la embarcación de lujo a la que van a pedir identificarse se encuentra el rey de Marruecos, Mohamed VI. El soberano alauí se dirige personalmente a los agentes y les pregunta si no saben quién es, y ante la negativa de éstos se quita las gafas de sol, tras lo que uno de ellos lo identifica finalmente como el rey de Marruecos. Mohamed VI se mostró muy contrariado porque le hubieran dado el alto, afirmando que había avisado a las autoridades españolas de que estaría por esa zona. Cuenta 'El Mundo' que llamó a Felipe VI para quejarse por lo ocurrido, tras lo que el rey español telefoneó a Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, para que tratara de solventar el malentendido, algo que hizo previa llamada a la Subdelegación de Gobierno en Ceuta.
Altos cargos del Ministerio del Interior han asegurado a Vozpópuli que al monarca alauí le ha sentado muy mal este incidente, hasta el punto de que se ha provocado, 'sotto voce', "una de las peores crisis diplomáticas de los últimos años". El ejército del país árabe y la propia casa real marroquí lo consideran una provocación sin precedentes, lo cual ha llevado al ministro del Interior a realizar un viaje que en principio era de incógnito a Tetuán para reunirse con su homólogo Mohamed Hassad y tratar de templar gaitas. Sin embargo, el viaje a África del político popular se filtró y finalmente ambos ministerios del Interior publicaron una nota conjunta, en la que se aseguraba que los temas tratados fueron la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico, la inmigración irregular o la operación Paso del Estrecho 2014.
Los marroquíes, además, están enfadados porque creen que en este aspecto ya llueve sobre mojado. Mohamed VI veranea todos los veranos por Alhucemas y ya hace dos años hubo otro incidente con él porque un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló su embarcación. Además, el jefe de Estado marroquí aseguró a los propios agentes de la Benemérita que había avisado a las autoridades españolas de que andaría por la zona para que estuvieran prevenidos. Y este aviso, efectivamente, se dio a la embajada, aunque las órdenes de ser cuidadoso no llegaron al eslabón más bajo de la cadena, el de los agentes que debían de patrullar la zona.
La Guardia Civil se defiende
Los marroquíes creen que ya llueve sobre mojado. Hace dos años, un helicóptero de la Benemérita sobrevoló la embarcación del rey alauí
Como es lógico, desde el instituto armado se defiende la actuación de sus agentes y que en todo momento trataron con máxima educación y respeto a Mohamed VI. Desde la Dirección General de la Guardia Civil se niega que haya habido ningún tipo de expediente o represalia a los agentes que abordaron la embarcación real y se preguntan por qué habría de haber represalias. Por su parte, fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles se defiende la actuación de sus afiliados: "Vieron un buque y como está de moda que en narcotráfico se utilicen las lanchas y yates de lujo, como no conocieron el barco fueron a identificarlo y salió el propio rey y si te sale el rey de Marruecos parece un follón. Pero no tenemos conocimiento de que a los guardias civiles los vayan a expedientar, aunque no sabemos si más adelante, a lo mejor en unos días, pasará algo".
La asociación de la Benemérita recuerda que no se dio el aviso correctamente y lo compara con los casos en los que los presidentes del Gobierno acuden en verano a la residencia presidencial de Doñana: "Por ejemplo cuando acudían Aznar o Zapatero a Doñana el servicio marítimo tenía conocimiento" de aquello.