José Bretón ha sido condenado a 40 años de prisión por el asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, el 8 de octubre de 2011 en Córdoba.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el juez Pedro Vela considera que, de acuerdo con el veredicto de culpabilidad del jurado, condena a José Bretón como autor de dos delitos de asesinato, con la concurrencia en ambos de la circunstancia agravante de parentesco, a las penas, por cada asesinato, de veinte años de prisión.
Además, una vez firme la sentencia, el juez ha pedido que se libre un exhorto al Registro Civil de Córdoba, ordenando la inscripción de la defunción de Ruth y José Bretón Ortiz el 8 de octubre de 2011 y que se entregue a Ruth Ortiz Ramos los restos de dichos menores custodiados en este tribunal para su inhumación.
La acusación pide 3 años por maltrato a su mujer
La acusación particular, que ejerce la letrada María del Reposo Carrero, ha solicitado tres años de cárcel para José Bretón por el presunto delito de maltrato psicológico contra la que fuera su mujer y madre de sus hijos, Ruth Ortiz, a la que representa.
La letrada que presentó el escrito de acusación hace unos días, según ha confirmado a Efe, pide además, en concepto de responsabilidad civil una indemnización de 10.000 euros por los daños morales causados a su clienta. A principios de junio, el Juzgado de Violencia de la Mujer de Huelva dictó un auto por el que se ordenaba la tramitación de las diligencias previas del caso por el procedimiento abreviado, lo que implicaba que se daba por finalizada la instrucción.
La defensa de José Bretón desistió recurrir dicho auto de procesamiento por lo que el procedimiento sigue su curso, estándose a la espera de la presentación del escrito de defensa, tras el cual se procederá a fijar la fecha de juicio.
Este procesamiento es consecuencia de la denuncia que Ruth Ortiz interpuso contra Bretón un día después de la desaparición de los niños, por recomendación policial, y que ratificó el 16 de marzo de 2012 ante este mismo juzgado.
La denuncia se debía a asuntos "estrictamente matrimoniales", sin que en ningún momento se hiciera alusión en ella a los menores y en ella manifestaba que había sido objeto de "vejaciones y presiones por parte de su marido" con el que las discusiones eran "frecuentes".
Posteriormente, el juez lo imputó por un delito de maltrato psíquico habitual y de amenazas, y prestó declaración por videoconferencia ante el Juzgado en diciembre de 2012, en la que negó cualquier tipo de maltrato o coacción hacia la que hoy es ya su exmujer.