La de ayer tarde no fue una crítica a Mariano Rajoy tan directa como la que hace una semana lució el expresidente en la pantalla de Antena 3, pero estuvo igual de acerada. José María Aznar –“Yo no estoy contra nadie; estoy con los españoles” – aprovechó la presentación en el Congreso de las biografías de Antonio Maura, Antonio Cánovas del Castillo y Francisco Silvela, para apoyar en la reivindicación de los valores que tuvo la Restauración muchas de las faltas que observa en la actual mayoría absoluta del PP. La moción de censura del ex presidente a Rajoy tiene desde ayer un nuevo capítulo, con un tono mucho más velado, aunque no menos sangrante que el primero.
El tronco del discurso de Aznar nació este lunes de su apelación insistente a unas reformas más profundas de las que hasta ahora se han conocido. “El coste de la no reforma sería inasumible”, ha dicho el expresidente. “Estoy convencido de que los españoles no quieren limitarse a consumir hasta la extinción el capital histórico que se les ha legado. Reformar es querer que algo perdure y hacer lo que se necesita para que pueda perdurar”, advirtió a su audiencia.
"Estoy convencido de que los españoles no quieren limitarse a consumir hasta la extinción el capital histórico que se les ha legado", sentenció José María Aznar
Tampoco debe caer en saco roto el emplazamiento de Aznar a un liderazgo sólido en el Gobierno para que Rajoy aproveche su mayoría absoluta. “Cánovas escribió que la política se compone de principios, ideas y soluciones. Y ahora también hay principios, ideas y soluciones para vencer las dificultades. Y eso conviene que lo sepamos. En noviembre de 2011, los españoles afrontaron su responsabilidad frente a los desafíos que teníamos por delante. Lo hicieron a favor de la unidad, la reforma y la modernización de España. Su mandato es inequívoco”, enfatizó. Aznar remató recordando que la Restauración tuvo un abruto final, precisamente “como consecuencia de la pérdida de la voluntad reformista”.
El expresidente también subrayó la sensación que pueden albergar muchos votantes del PP de que el Gobierno se ha quedado sin rumbo. “El rumbo lo ha definido el deseo de la sociedad de tener un futuro distinto de aquel que a algunos les parece inevitable. Y lo ha definido también la voluntad electoral necesaria para hacerlo realidad. Es lo que los españoles quieren”. Y el aderezo final: un llamamiento a defender a la Corona como garantía de consolidación institucional.
El expresidente emplazó a defender la Corona como garantía de la consolidación institucional
Si el acto de este lunes hubiera sido una toma de temperatura de la reacción que ha provocado en el PP la irrupción en escena de Aznar, habría que deducir que sus palabras le han dejado frío, al menos en apariencia. Solo una docena de parlamentarios acudieron a escucharlas, la mayoría de ellos ligados a FAES –Gabriel Elorriaga, Miguel Ángel Cortés, Pilar Marcos…- aunque la dirección del Grupo Parlamentario intentó apagar las malas interpretaciones colocándose en primera fila con Alfonso Alonso a la cabeza. No se vio a ningún ministro y sí se dejó caer por allí el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, ligado también a FAES. Y luego hubo también algunas presencias exóticas, como la del entrenador personal del expresidente, Bernardino Lombao, la del exembajador en Estados Unidos Javier Rupérez o la del empresario Luis del Rivero, con su declaración judicial por el ‘caso Bárcenas’ en capilla. Tampoco acudió ningún ‘barón’ autonómico, pese a que este lunes han estado en Madrid almorzando con Rajoy. Ni siquiera el madrileño Ignacio González, el único que la semana pasada salió en defensa de Aznar y compartió su rebeldía. Pesos pesados de Génova, 13, ni uno.
Entre los asistentes al acto, el entrenador personal de Aznar y el empresario Luis del Rivero, en capilla de prestar declaración por el 'caso Bárcenas'
Estas ausencias no impidieron que en el acto sonara alta la voz del PP. El presidente del Congreso, Jesús Posada- "Las cosas se van para no volver"- hizo un canto a la unidad del partido, a su cohesión y a la necesidad de utilizar la mayoría absoluta “para salir de la crisis y crear empleo”. Como está haciendo Mariano Rajoy, sentenció para que se le entendiera bien y no hubiera duda de las inclinaciones de quien en su día fue ministro de Aznar.