El empresario jerezano José María Ruiz-Mateos debía acudir este jueves al juzgado de instrucción número 3 de Palma, desplazándose por sus propios medios, para declarar por una presunta estafa en la compra de un hotel en Mallorca. Sin embargo, Marcos García Montes, abogado del acusado, ha anunciado que no se presentará debido al "deterioro de su salud tras la detención". Esta decisión es sorprendente dado que los propios portavoces del empresario andaluz habían asegurado este miércoles que acudiría y que "ya tenía comprados los billetes" de avión.
Ruiz-Mateos no ha comunicado todavía al Juzgado los motivos por los que no comparecerá, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
El empresario fue detenido ayer por la mañana en su domicilio de la zona residencial de Somosaguas, en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, y posteriormente puesto en libertad por razones humanitarias dada su avanzada edad, por orden de la jueza María Pascual Hernández.
La magistrada dictó el auto después de que Ruiz-Mateos no compareciera a su citación para acudir al juzgado el 27 de julio y alegara motivos de salud.
En el auto que dio origen a la detención, la jueza recordaba que el empresario tiene el derecho a acogerse a su derecho constitucional a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable pero no "a reírse de la Administración de Justicia, ni a dificultar u obstaculizar la tramitación de la presente causa sin justificación".
La instructora del caso considera necesaria la comparecencia del imputado en Palma porque se trata de una causa "compleja y con abundante documentación", en la que se están investigando tres delitos graves. De hecho, Ruiz-Mateos ya había sido citado por primera vez a declarar por este asunto el pasado 20 de junio pero no se presentó en el juzgado de Palma y la magistrada le advirtió de que, de repetirse la situación, dictaría una orden de detención contra él.
La causa parte de la querella por estafa, administración desleal y alzamiento de bienes presentada por el empresario Francisco Miralles, que en 2006 vendió el hotel Eurocalas a los Ruiz-Mateos.
Miralles acusa de estafa a Ruiz-Mateos como avalista, junto con sus hijos, de un sobrino que le compró el hotel Eurocalas por 24 millones de euros. El querellante asegura que le deben casi 14 millones por el establecimiento, sobre el que pesa una hipoteca de 19 millones suscrita por los Ruiz-Mateos tras comprar el hotel.