Carles Puigdemont, el presidente de la Generalitat de Cataluña, se ha descolgado esta semana con la alusión a Kosovo como referente del proceso soberanista. Quiso el exalcalde de Girona poner en valor que este pequeño país del centro de Europa declaró la independencia unilateralmente y su primer ministro ha sido recibido por Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea (CE).
La comparación de la comunidad autónoma que preside con una nación que surge tras la Guerra de los Balcanes provocó la reacción del PP catalán. Las palabras de Puigdemont sugieren el camino de la declaración unilateral de independencia, aunque en repetidas veces ha negado que esa sea la hoja de ruta. El rifirrafe tiene lugar tras el polémico viaje del president a Bélgica, donde no logró reunirse con altos cargos de la CE, a pesar de haber solicitado esos encuentros.
Artur Mas le ha recordado a Puigdemont que el modelo bueno para Cataluña es el referéndum escocés
La amenaza del modelo Kosovo para romper con España tampoco sentó bien al expresidente Artur Mas, que contradijo a su delfín. Mas precisó que el proceso soberanista apuesta por un referéndum aceptado por el Estado: “El modelo bueno para Cataluña, aunque no el único, es el referéndum escocés”.
Por mucho que se empeñe Puigdemont, los paralelismos entre la antigua provincia serbia de mayoría albanesa y Cataluña además de no poder ser son imposibles. Ocho años después de la declaración unilateral de independencia, Kosovo es un Estado fallido. Y eso que contó con el apoyo en su huida hacia ninguna parte de Estados Unidos. Hoy está reconocido por más de cien países, pero el paro y la emigración son la moneda de cambio de su población.
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU declaró en 2010 que la declaración unilateral de independencia no fue ilegal. España, sin embargo, no ha reconocido a Kosovo, que no pertenece a Naciones Unidas.
Kosovo era una provincia autónoma de Serbia (Yugoslavia). En 1989 el presidente Slobodan Milosevic suspendió la autonomía e inició una operación de limpieza étnica contra los albaneses. La OTAN bombardeó Kosovo en 1999 durante dos meses. Milosevic terminó aceptando la retirada de sus tropas y el establecimiento de fuerzas internacionales con la condición de que Kosovo nunca fuera independiente. Pero en 2008, el pequeño territorio decidió declarar unilateralmente su independencia.
Kosovo sobrevive gracias a la economía sumergida, el contrabando y las mafias
Este pequeño país centroeuropeo usa el euro como moneda, aunque es frecuente el dinar serbio en las zonas de mayoría étnica serbia. Ni por historia ni por situación económica se pueden comparar Cataluña y Kosovo. El ejemplo a seguir por Puigdemont es un país que subsiste gracias a la economía sumergida, centrada básicamente en el contrabando de gasolina y tabaco. La corrupción y las mafias campan a sus anchas. Por poner un ejemplo, el gobernador del Banco Central de Kosovo fue detenido en 2010 por corrupción, evasión fiscal y blanqueo de dinero.
Cataluña es el primer mundo, a pesar de la loca carrera hacia la independencia. Kosovo es conocido en Europa por la fama de sus mafias y la fiereza de los delincuentes que proceden de aquel territorio. Están muy preparados y actúan con extrema violencia. Tienen una organización paramilitar y demuestran gran sangre fría.