El histórico expreso de ETA José Antonio López Ruiz, Kubati, ha reconocido en un juicio "el dolor muy grande" de las víctimas de la banda terrorista, por lo que se ha ofrecido a aclarar todo "porque estamos en otra fase" y ha asegurado que se siente "en paz" consigo mismo.
La Audiencia Nacional ha iniciado este jueves el juicio de Kubati y del expreso de ETA arrepentido José Miguel Latasa Guetaria, Fermín, para cada uno de los cuales la fiscal pide 66 años de prisión por el atentado cometido en la madrugada del 26 de julio de 1986 contra el cuartel de la Guardia Civil de Aretxabaleta (Guipúzcoa), en el que dos agentes murieron.
Ambos han negado su participación en el atentado y Kubati ha explicado que su comando sí intervino horas antes, esa misma noche, en el cometido contra el cuartel de la Guardia Civil de Ordicia, en el que dos agentes resultaron heridos, pero no en el de Aretxabaleta.
"No tengo miedo a contestar a nada"
Durante el interrogatorio de la fiscal Kubati ha manifestado: "No tengo miedo a contestar a nada. Le contesto a usted y a los abogados de las víctimas por respeto y porque estamos en otra fase y tenemos que ser coherentes", en referencia a que ETA ya no comete atentados.
"Yo sé que tienen un dolor muy grande y soy consciente de eso", ha comentado sobre las víctimas, y por ello ha asegurado su disposición a responder a sus abogados para aclarar todas las cuestiones. "Creo que es una aportación a la nueva época que estamos viviendo y que hay que consolidar", ha apostillado.
Kubati ha seguido relatando: "Mi vida fue algo en el pasado, cada uno tienen sus momentos para reflexionar y para ponerte en paz contigo mismo y yo eso lo he hecho". Sin embargo, ha señalado que no puede aceptar que se le adjudique un atentado que él asegura que no ha cometido como el que se está enjuiciando.
"Yo he cantado todo y si hubiéramos sido nosotros lo hubiese dicho", ha insistido Kubati, que ha confesado que fue responsable del comando Gohierri-Costa.
Esta declaración ha sido presenciada en la sala por víctimas del terrorismo como Rubén Múgica, hijo del dirigente socialista asesinado por ETA Fernando Múgica y abogado del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que ejerce la acusación en esta causa, al igual que la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).
Kubati está en libertad desde 2013 tras cumplir 26 años de cárcel por 13 asesinatos, entre ellos el cometido en 1986 de la dirigente etarra arrepentida Dolores González, Yoyes, por el que también fue condenado Latasa Guetaria.
Este último repudió públicamente la violencia, lo que motivó que fuera acusado de traidor por la banda, que incluso planeó asesinarlo y lo expulsó en 1994. Más tarde consiguió el tercer grado penitenciario, situación que perdió en 1996 al reabrirse un sumario, y posteriormente se le incluyó en la llamada "vía Nanclares", hasta su excarcelación en 2013.