Este domingo, a las 14:10 horas, se ha cumplido una semana desde que comenzó la erupción en la isla de La Palma, en una zona volcánica de la cordillera de Cumbre Vieja. Desde entonces, las coladas de lava han dejado imágenes desoladoras para la isla, como las más de 200 viviendas sepultadas y los cultivos arrasados, y otras espectaculares, como las erupciones más explosivas y sus estruendos. En total, la erupción ha obligado a evacuar a más de 6.200 personas. Muchos de ellos se han llevado la peor parte de este fenómeno tras perder sus casas y negocios.
El viernes, los geólogos habían detectado una mayor intensidad eruptiva del volcán, algo que es habitual en las erupciones volcánicas de este tipo. Desde ayer, además, se observan cuatro focos emisores y dos coladas de lava. Todo ello tras la rotura parcial del cono en la noche de viernes. Según el Instituto Volcanológico de Canarias, la deformación registrada por la red geodésica canaria en las ultimas 24 horas muestra un proceso de deflación, que indicaría una disminución de la presión en el sistema magmático de Cumbre Vieja, donde erupcionó el volcán de La Palma.
"Eso no implica que la erupción se esté acercando a su finalización, se necesitarán más datos y diferentes parámetros para hacer previsiones correctas sobre la evolución a medio plazo de la actividad eruptiva", aclara el Involcan en las redes sociales, en declaraciones recogidas por Efe. El comité director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca) se encuentra reunido analizando la evolución de la erupción volcánica.
En declaraciones recogidas por RTVE, el director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha explicado que la erupción fisural de caracter estromboliano está expulsando una "colada al norte que continúa fluida y otra al sur que avanza a 30 m/h, con una distancia total recorrida de 2,5 km".
Accesos saturados
La nube de cenizas emitida por el volcán, por otro lado, está bloqueando accesos por carretera y aire y está saturando las salidas a través del mar. En concreto, este domingo por la mañana, permanecían afectadas las carreteras la LP-212 en Tacande, la LP-2 entre Tajuya y el charco, y la LP-213 en Todoque. La LP-3, una de las vías principales, la LP-211, la LP-215 y la LP-2131 están cortadas.
Respecto al tráfico aéreo, esta mañana el aeropuerto de la isla ha vuelto a la operatividad después de 24 horas cortada por las cenizas. Sin embargo, las aerolíneas han decidido mantener cancelados todos los vuelos con La Palma, tanto de entrada como de salida, como medida de precaución ante la nube de ceniza emitida por el volcán de Cumbre Vieja.
En total, son 55 vuelos entre los interinsulares, charter y los vuelos de Iberia. Esta situación ha provocado que la gente que trata de salir de La Palma se acumule en el puerto de Santa Cruz, la capital, donde se han visto largas colas de personas esperando para coger un barco.
En total, la lava ya ha cubierto 570 edificios y 210 hectáreas. Las posibles trayectorias, según El País, ponen en riesgo a 1.650 edificios. Las cenizas han cubierto ya 1.300 hectáreas de terreno.